Anomia. Aran Dramática Crítica Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Lunes, 22 de Octubre de 2012 08:49

ANOMIA
EL ESPÍRITU POLÍTICO DE NUESTRA ÉPOCA
 
 
 QUINO DÍEZ, MARÍA LUISA BORRUEL,  PABLO BIGERIEGO
ELÍAS GONZÁLEZ
FOTO: MAI SAKI
Anomiaes un texto que bucea en la "fanganosas" entrañas de la política. Un tema que nos ha visitado en todos estos últimos años al levantar una piedra y descubrir tal o cual político corrupto. Estos penosos descubrimientos han hecho que la ciudadanía tenga un concepto de los políticos muy poco favorable, y se les encasille en la categoría de "ladrones de guante blanco". No son buenos tiempos para la clase política. Anomia es una denuncia de estos acontecimientos, a partir de unas indiscretas y reales  cintas grabadas sobre un complot para echar del poder a una concejala y enviarla a gozar de otros paraísos, anidados en esos cargos públicos del extranjero o de otros departamentos y remunerados con suculentos sueldos para que sus futuras vidas no sean, en ningún momento, inestables.
 
A partir de tales hechos Eugenio Amaya ha escrito un texto, al que no se le puede aplicar aquello de las antiguas películas: "Cualquier coincidencia con la realidad es pura coincidencia".  En Anomia hay más de una coincidencia, pero Eugenio ha tenido la virtud de evitar un panfleto y elevar su historia a un grado más universal, sin que deje de lado la realidad. Otra de las virtudes del texto es la construcción de los diálogos que poseen la cualidad de sonar auténticos y la de describir cada uno de los personajes, a lo que añade un buen trabajo actoral, por el que el actor queda oculto tras el personaje. Hay algo más, el continuo interés progresivo de las tramas, las cuales se van sucediendo en los sucesivos enfrentamiento a dos, a tres o a cuatro. Anomia es una hora y media en la que nunca decrece el interés y nos deja fascinados.
 
Este buen trabajo actoral es más meritorio, en una obra de escueta escenografía - un sótano, una mesa y unas sillas -  y por el que el actor queda desnudo ante el público cercano como sucede en la reducida Sala Princesa. Esta cercanía aporta una cualidad, la de la naturalidad en la emisión de la voz y, por lo tanto, la credibilidad de la historia.
 
El propio Eugenio Amaya  se encarga de la dirección y consigue crear un espectáculo bien ritmado y cuyas transiciones fluyen en un "continuum". Ha logrado una buena dirección de actores con un trabajo contenido y creíble. Hay un buen trabajo colectivo, hasta el punto de que no se puede decir que un actor esté mejor que otro, lo cual no quiere decir que no sobresalga cada uno de ellos por separado.
 
Dicho todo esto Eugenio Amaya cae, casi al final, en una pequeña trampa. El personaje, esposo de la Concejala de Urbanismo Carmen, es un ser un tanto desequilibrado, pero como tal, lúcido en sus apreciaciones. A través de él, Eugenio se permite concretar los actos de corrupción y los enumera detalladamente. Sobra tal concreción y huele a pequeño panfleto, que rompe la inteligente línea de evocación que emana del propio enfrentamiento de los personajes, a través de los que desciframos suficientemente tales desmanes.
 
Anomia lee el espíritu de nuestra época, caracterizado por el fraude, el cual pensábamos que con eso de la democracia, dejaría de existir. Aunque personajes y situaciones van más a denunciar los comportamientos de una clase política, y si se me apura de toda una sociedad, entre líneas se pueden adivinar ciertos personajes, pero eso es secundario. Este texto se encuentra en la trayectoria de muchas historias fílmicas americanas que denuncian los bajos fondos de las Instituciones. Pensábamos que eso eran historias del "más allá".
 
Era un miércoles y la sala estaba llena. El silencio del público, salpicados de sonrisas y risas en alguna ocasión por la ironía de la situación, refrendaba el interés y el buen hacer de un equipo de actores. Los fervorosos aplausos confirmaron esta sospecha.
 
Título: Anomia
Texto:Eugenio Amaya
Diseño escénico e iluminación: Javier Mata
Diseño y realización de sonido: Koke Rodríguez
Caracterización: Pepa Casado
Ayudante de dirección: Jorge Moraga
Producción: Arán Dramática Manuela Vázquez
Coproducción: Centro Dramático Nacional y Arán Dramática
con la colaboración de la Consejería de Educación y Cultura (Gobierno de Extremadura)
Compañía: Arán Dramática
Intérpretes: Pablo Bigeriego (Ignacio), María Luisa Borruel (Carmen), Quino Díez (Alcalde), Cándido Gómez (Arturo), Elías González (Matías)
Dirección: Eugenio Amaya
Estreno en Madrid: Teatro María Guerrero (Sala Princesa), 25 - IX -2012
 
 MARÍA LUISA BORRUEL,  CÁNDIDO GÓMEZ
FOTO: MAI SAKI


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

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Última actualización el Lunes, 22 de Octubre de 2012 11:40