Woyzeck. Vera-Mayorga. Entrevista. Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Viernes, 11 de Marzo de 2011 13:03

WOYZECK

MÁS ALLÁ DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

 

 

 

BARBERO DEL EJÉRCITO MATA A SU ESPOSA DE FORMA CRUEL, nos hemos habituado a titulares similares. En la sociedad surge la indignación, interviene la justicia y se dan cifras de lo que llevamos de este tipo de crímenes que conocemos como “violencia de género”.

JOHANN CHRISTIAN WOYZECK (1780 - 1824)

En 1824 a Johann Christian Woyzeck era el protagonista de ese titular. Lo condenaron a muerte y lo ejecutaron públicamente, previo juicio. Las motivaciones saltaron de un tema a oro: celos, trastornos de personalidad, complejo de inferioridad, alucinaciones y paranoia con la masonería. El caso Woyzeck arremolinó en masa a la opinión pública hasta el punto que, en esa época, se ilustró gráficamente la ejecución pública.

 

Tal “violencia de género” hubiera pasado al olvido si no fuera porque el médico-escritor Georg Büchner – Darmstadt (Gran Ducado de Hesen), 17 de octubre de 1813 / Zurich, 19 de febrero de 1837) – se interesó por Woyzeck al conocer los hechos y el informe médico. El Woyzeck de carne y hueso pasó a ser el Woyzech literario de Büchner, y éste es el que nos ha quedado.

 

Büchner murió joven – a los 24 años – y su obra literaria se redujo, además de artículos científicos y la traducción de dos obras de Víctor Hugo, a cuatro libros: los dramas de La muerte de Dantón (1835) y Woyzeck (1836); la comedia Leonce y Lena (1836) y la narración Lenz (1835). En vida sólo público La muerte de Dantón, manipulada por la censura sin su supervisión. Fue su hermano Ludwig quien preparó, en 1848, una edición de sus obras. Allí estaba Woyzeck.

UNA GAVILLA DE ESCENAS DESORDENADAS

 

 GEORG BÜCHNER (1813 - 1837)

Woyzeck se publicó tal cual la había dejado: inconclusa. Es un drama que cuenta con 27 escenas breves sin orden y sin final concreto. Existen cuatro manuscritos. Tres parecen ser borradores y el cuarto refunde los dos primeros, pero está sin terminar. Para los  posteriores investigadores fue un quebradero de cabeza encontrar el orden, pero también un aliciente porque abría muchas posibilidades creativas. En 1964 W.R. Lehmann, basándose en la edición de Munich, ordenó las escenas y dejó el final abierto. Entre los especialistas es la más considerada. El aliciente de buscar un nuevo orden y fijar un final  lo ha experimentado también Juan Mayorga, adaptador y traductor de la versión que se estrena en el Centro Dramático Nacional.

 

·         Se trata de una gavilla de escenas desordenadas – confirma Juan -, y esto da una gran libertad a la hora de ordenarlas. Espero haber acertado. Lo he hecho en continuo diálogo con Gerardo Gerardo Vera, director del Centro Dramático Nacional y de este montaje de Woyzeck -, aunque debo decir que un adaptador no debe juzgar la puesta en escena posterior que tiene su propia autonomía cuando ya cae en manos del director y los actores. Como espectador y, tras varios montajes importantes de Gerardo, creo que es el mejor de su carrera. Ha sabido compartir el “misterio” de Woyzeck y compartirlo con los espectadores.


 
 KALUS KINSKI
(1979, WOYZECK,, PELÍCULA)

Juan Mayorga ha partido de la edición crítica de Lehmann y ha tenido en cuenta otras versiones, así como acudir al original alemán, dado su conocimiento de esta lengua.

 

·         En cuanto al orden de las escenas – añade Juan -, al no haber claridad tienes posibilidades varias y cada una puede ser defendida, aunque esto no quiere decir que todo valga. La nuestra es coherente con lo que hemos pretendido contar: la de un ser dañado que aspira a la belleza cuando, en realidad, está rodeado de putrefacción. Nos parece central la idea que preside este montaje: la “ciénaga”, un lugar putrefacto a las afueras de la ciudad. Este lugar misterioso y lúgubre está en el centro del montaje de Gerardo Vera. Eso ordenó de forma natural las escenas.

 

Con respecto al final no escrito por Büchner y sí por la realidad – es ajusticiado públicamente el Leipzig el 25 de agosto de 1824 -, Juan Mayorga se guía por esa ciénaga que preside todo este montaje.

 

·         A esa ciénaga vuelve Woyzeck y va encontrar la muerte mientras busca ocultar el arma de su crimen. Muere rodeado de otros personajes indiferentes a su final y que no le echan una mano. La misma indiferencia que mostraron ante la muerte de Marie, su mujer. Para mí es fundamental esta frialdad de los que rodean a Woyzeck y Marie ante sus tragedias. Woyzcek es un ser complejo y es al mismo tiempo verdugo y víctima. Este doble carácter aparece, espero, en la escena final de esta versión. Lo importante es que interpele al espectador, preguntándole por los límites entre culpabilidad e inocencia.

WOYZECK, UN PERSONAJE QUE PERSIGUE A

GERARDO VERA DESDE 1975. 

 

WOYZECK(1975, ELBUHO)
FOTO: DEMETRIO ENRIQUE
(CLIKEAR)

WOZZECK  (ÓPERA DE ALBAN BERG)
TEATRO DE LA ZARZUELA
FOTO: ANTONIO DE BENITO

En 1975 Gerardo Vera interpretó, con 18 años, el personaje del Doctor – en esta versión en la piel de Helio Pedregal. Eran tiempos ansiosos de autores más allá de la Alta Comedia y vistos a través de los Grupos Independientes, que profesaban el izquierdismo en España, como era ElBuho.

 

·         Woyzeck me ha perseguido desde 1975 y me perseguirá. Espero volverlo a montar dentro de 10 años. Mi interpretación del doctor nada tiene que ver con el que ahora interpreta Helio. Hablar de los montajes, a pocos días del estreno, no es fácil Es como entregarse a los leones: se tienen miedos, dudas y obsesiones, pero Woyzeck es en el que estoy más tranquilo, pues he hecho lo que tenía que hacer. La parte escénica es profunda y la versión de Juan Mayorga excepcional, pues se puede entender ya también la ha entendido la compañía, que cuenta con elenco prodigioso, incluyendo dos niñas. Con este montaje me he dado cuenta de que la clave de un espectáculo no es solamente  es el texto, sino el reparto. Si no lo encuentras te estrellas, pues ellos son los que transmiten la emoción a los espectadores.

 

Además de aquella incursión como actor en 1975, Gerardo diseño la escenografía del Wozzeck operístico – música de Alban Berg, 1925 - en el Teatro de la Zarzuela.

 

·         Después de estas tres versiones no sé cómo es Woycek. Es misterioso. La decisión de la puesta en escena de Woyzeck vino tras una conversación con Juan Mayorga, una mañana temprano, pues los dos somos madrugadores. Yo quería hacer algo de Thomas Bernhard y Juan me habló de una de sus novelas cortas: El sótano. La devoré en una tarde y media. Era la historia de un chico burguesito que en vez de ir a la Universidad, prefiere ir al otro lado de la ciudad. El lado marginal, la cara oculta y misteriosa de la vida. Aquí cobró forma la concepción de Woyzeck: una ciénaga y unos seres que pululan alrededor de Woycek y Marie. Gente que produce ternura, rechazo y emoción. Y se produce el “misterio” que es cuando no eres capaz de llegar al fondo de ellos.

 

En general, debido al desorden de las escenas y el inexistente final, a lo largo de los años las lecturas han sido diversas.

 

·         En la época del teatro independiente hacíamos una lectura muy materialista, muy marxista, la de un ser oprimido y por lo tanto muy de lucha de clases. Lo hacíamos con gran energía por parte de los actores. Hoy veo Woyzeck como una tragedia existencial y no social. Es la primera tragedia contemporánea donde el protagonista es un proletario, no de un Hamlet que posee una mente lúcida. Woycek busca un lenguaje para entenderse a sí mismo y entender a la gente, pero no lo consigue. Ahora tiene que ver más con Jean Paul Sartre y Albert Camus que con Bertold Brecht. Esto es lo que me fascina de Woyzeck: que sea una obra tan capaz en cada época de dar la visión de los creadores del momento.


WOYZECK AL NIVEL DE LAS TRAGEDIAS GRIEGAS

 

FOTO. DAVID RUANO
LUCÍA QUINTAN / JAVIER GUTIÉRREZ
FOTO: DAVID RUANO

Para Juan Mayorga, Woycek es una obra excelente y la califica como…

 

·         …una de las pocas obras modernas que se mide con las grandes tragedias griegas. Si se hace inventario tres son las características que la hacen “sobresaliente”. La primera es que Woyzeck es un “paria”, pero no un secundario como personaje. Está dañado en su conciencia y en su lenguaje. Los secundarios del teatro griego  y del teatro isabelino tienen conciencia propia que manifiestan en los “apartes”. No es el caso de Woyzeck (Javier Guiérrez) y Marie (Lucía Quintana), que muestran una incapacidad en las palabras. La segunda es que siendo el teatro el arte del conflicto entre la escena y el patio de butacas, Büchner consigue que el conflicto se traslade al espectador y se pregunte qué es lo justo y lo injusto. No hace una lectura maniquea. La víctima empatiza con el espectador y hasta el final se mantiene la pregunta: ¿cómo juzgarlos? La tercera es que es una pieza devastadora. Presenta un mundo siniestro y luminoso en donde aparece lo más hermoso del teatro: el anhelo del ser humano por la belleza, la felicidad del hombre y su emocionante fragilidad, que es el gran tema del teatro desde los griegos. En el oscuro Woyzeck, que nunca deja de ser un misterio para el espectador y para sí mismo, Büchner consigue representar a toda la Humanidad.

 

Juan Mayorga ha aludido a su conocimiento del alemán como ayuda en el momento de versionar Woyzeck.

 

·         Al conocer, modestamente, la lengua alemana me ha permitido descubrir que la palabra de Büchner es áspera, dañada, rota y dura. No está exenta de poesía, pero es una palabra sucia, fragmentaria, como corresponde a los personajes y al mundo que presenta. Esto yo no lo había percibido, o no lo había sabido percibir, en las traducciones que había leído o había visto en escena, con todos mis respetos hacia ellas. Woyzeck estaba muy literalizado y poetizado. Hay algo que pensé inmediatamente, y es que la miseria de los personajes comienza en el lenguaje, en la carencia de unas palabras con que  construir  un relato que ordene su experiencia del mundo. Esto no quiere decir que no hay poesía. La hay pero tiene que pelear con su propia lengua. Woyzeck y su alma gemela Marie – otra paria – y, en general, cada personaje de la obra sufren una honda incapacidad para comunicarse con otros y consigo mismo. Mi trabajo ha sido esforzarme por recoger esa menesterosidad del lenguaje que, al mismo tiempo, paradójicamente, está cargado de poesía: la propia de los personajes que, por frágiles que sean aspiran a la dignidad, a la felicidad y a la belleza. El desafío ha sido trasladarlo al castellano.

NO BASTA UN BUEN TEXTO

 

FOTO: DAVID RUANO

Gerardo Vera ha insistido en la necesidad de un reparto de actores solvente y cree haberlo encontrado, hasta el punto de poder hablar de Compañía Estable, por su comportamiento de entrega y actitud comprometida, aunque en realidad no lo sea.

 

·         He notado que son como una esponja que estaban dispuestos a recibir todo, a pesar de que era un camino hacia una propuesta final. Cuando comenzamos yo no lo tenía muy claro. Sólo era un caminito. Ha sido un proceso lleno de generosidad, talento y entrega fuera de lo común. Cuando comienzo a trabajar sobre un título hago un croquis. En Divinas Palabras el croquis lo formaba el título, Juan Mayorga como versionador y un árbol como escenografía. En Woyzeck puse inmediatamente los nombres de Javier Gutiérrez y Lucía Quintana. Nunca había trabajado con ellos, pero, desde el principio, a los personajes les puse sus caras. Ha sido un descubrimiento, para mí, como actores. Sin ellos hubiera sido imposible. Ahora a dos días del estreno estoy triste porque se ha acabado “Almendrales” – la Sala de Ensayo en Usera -, que puede ser un lugar de tortura o de alegría cuando se ensaya. En este caso ha sido de alegría.

 

JAVIER GUTIERREZ, UN PÍCARO EN ÁGUILA ROJA

Y UN ARLEQUINO EN ARGELINO, SERVIDOR DE DOS AMOS.

 

JAVIER GUTIÉRREZ
FOTO: DAVID RUANO

A Javier Gutiérrez lo conocen más que de sobra el público de televisión por la serie televisiva Águila Roja y antes Los Serrano. Es más, quienes no alternan con el teatro lo tienen catalogado como actor cómico e ignoran su amplio curriculum teatral. Javier es actor de teatro, cine y televisión y cae bien. Acumula Premios varios y entre ellos el Premio Max de 2009 como protagonista por Argelino, servidor de dos amos. Woyzeck para Javier:

 

·         Es un marrón y un gran regalo, por lo que tengo que dar las gracias a Gerardo y a Juan. Alfredo Alcón – actor argentino – decía que los grandes personajes del teatro como éste, Hamlet… es algo muy gozoso porque disfrutas, pero también humillantes pues no se llega al nivel de los personajes. Quisiera destacar que tras trabajar en cine, televisión y teatro, me he encontrado me he encontrado con un gran equipo artístico: un texto brillantísimo de Juan y una gran honestidad en la dirección de Gerardo, así como en los actores.

 
 ARGELINO, SERVIDOR DE DOS AMOS
(2007/2008) (CLIKEAR)
JAVIER GUTIÉRREZ
FOTO:

Sin tener una razón precisa, personalmente, pienso en un Woyzeck alto y fuerte. Javier es bajito y produce cierto sentimiento de amparo. Es cierto que en cine Klaus Kinski  interpretó el Woyzeck cinematográfico de Werner Herzog y es más bien bajo. Lo que sucede es que en cine las alturas se perciben menos.

 

·         Woyzeck no es un prototipo definido – aclara Gerardo Vera -, y además lo que interesa es el alma. Da lo mismo que mida uno ochenta o sea cojo. Woyzeck lo puede hacer un actor con una edad alrededor de los treinta años. El físico puede ser cualquiera. Es un poco como Hamlet que aunque sea corpulento, como se ha hecho en alguna ocasión, te lo creerás o no, pero el físico ayuda solamente los primeros cinco minutos. Después  lo que se valora es el actor. Este personaje es entrañable, pues produce ternura. Se ve muy desprotegido. Hay una imposibilidad de entenderlo. Lo veo con los pensamientos que borbotean y les salen de la boca. En su rudeza es un personaje que produce ternura y me parece bien.

 

En Argelino, servidor de dos amos, el personaje puede, aparentemente, tener ciertas relaciones con Woyzeck.

 

·         Tienen algo que ver – aclara Javier Gutiérrez -, pero hay sus diferencias. Argelino tenía un sueño al venir del tercer mundo como era el progresar. Woyzeck tiene también un sueño, y en esto se parecen, pero es menos ambicioso. Lo que intenta es no ser hostil al mundo que le rodea. Está rodeado de pobre hombres. Los tipos como Woyzeck no ven Telecinco o el Palacio Real de Madrid. Viven bajo los soportales.

 

·         Argelino es un ser vivo – añade Juan Mayorga. Un listo que se hace un mapa del mundo. Es un Arlequín. Es un pariente lejano de Woyzeck, en lo que respecta al anhelo e infantilismo que aquí asoma.

WOYZECK: LA COMPASIÓN POR EL SER HUMANO

 

La esposa y víctima de Woyzeck es Marie interpretada por Lucía Quintana. Sus últimos trabajos en teatro han sido La cabeza del Bautista de Valle-Inclán (dirección: Alfredo Sanzol) en Centro Dramático Nacional. Ha recibido la Medalla de Oro de la Diputación de Valladolid por su trayectoria profesional (2003) y nominaciones al premio Mayte de Teatro 2006 y a la mejor actriz secundaria en los premios Max 2004. Su currículum teatral comienza en 1998 y su rostro es familiar para el público televisivo por su intervención en diversas series. Con respecto a su trabajo en Woyzeck aclara que…

JAVIER GUTIÉRREZ / LUCÍA QUINTANA
FOTO: DAVID RUANO

 

·         Gerardo nos ha llevado a trabajar desde las imágenes y te obliga a meterte en este mundo misterioso. Pocas veces se trabaja así. Al leer el texto en mi casa, me produjo una gran emoción. Al ser un texto cortado, en realidad no sabía dónde me había tocado y sentía mucha compasión, pero tampoco esto es normal. El público va a sentir, y más ahora, compasión por el ser humano.


LA MUERTE DE MARIE: “UN ASESINATO BIEN HECHO, LIMPIO

Y TAN BELLO COMO SE PUEDE HACER”

 

HELIO PEDREGAL
FOTO: DAVID RUANO

En la época ya se trató el caso Woyzeck bajo un prisma médico a cargo del doctor J.C. Clarus. Su informe se utilizó en el juicio y en él se analiza su personalidad psíquicamente enferma. Siendo Büchner profesor de Fisiología en Zurich, tuvo acceso a tal informe y a partir de él trazó, libremente, el perfil del personaje, que en este montaje interpreta Helio Pedregal que declara:

 

·         Para alguien como yo que lo poco que sabe, todo lo aprendió en el teatro, Woyzeck es fuente inagotable de reflexión. Se pueden decir pocas cosas más. Como ser humano y no como actor, Woyzeck me deja profundamente insatisfecho. Actualmente se quieren retirar del mercado películas y temas musicales, como por ejemplo el de Loquillo “Quiero matarla”, porque aluden o representan la “violencia de género”, porque no es asumible en nuestra época. Woyzeck no tenía conciencia sobre la “violencia de género”. Le sucedían cosas, que después hacen que termine en un asesinato y un suicidio. El tiempo hace inexorablemente su trabajo. Yo, como doctor, digo algo que me pone los pelos de punta:”Un asesinato bien hecho, limpio y tan bello como se puede hacer”. Todo el proceso termina violentamente. Todo le aboca a la violencia. Lo de Marie, en este país, es noticia diaria.

FOTO: DAVID RUANO

Gerardo Vera había distinguido dos tipos de lecturas: la marxista de 1975 y la existencialista de este 2011.

 

·         No estoy de acuerdo con Gerardo en que la lectura marxista que se hizo en 1975 venía impuesta por las circunstancias sociopolíticas españolas y que ahora es otra: la existencialista. El problema de Woyzeck no es su enfermedad sino su vida y circunstancias y es producto de su entorno. Ese entorno ahora sigue igual. Woyzeck es infinito.

 

·         Lo que quiero decir es que la lectura en 1975 que hicimos en la Sala Cadarso (Madrid) era reduccionista, porque actitudes independentistas la reducían al marxismo, porque hacer otras lecturas más emotivas eran tachadas de “burguesas” - aclara Gerardo Vera.

 

 Juan Mayorga, ante la opinión de Helio Pedregal, añade:

 

·         Yo polemizo con Helio en lo que dice que el problema de Woyzeck está en su entorno y no en su mente. Para mí hay un “continuum” entre el entorno y su mente. Nace de su entorno lo que hay en su mente. Es difícil que haya un corte. Es también difícil que sea “violencia de género”, aunque ahora lo presentemos así. La Sociología se ocupa de lo general, pero el teatro se ocupa de lo singular. Woyzeck es un singular. Comete un crimen espantoso que muestra la causa. La belleza. Woyzeck ¿no merecía otra cosa? Se subraya lo importante y se descarta lo que parece menos importante o general. Goya decía que es el tiempo quien pinta. Lo mismo se puede hacer con la literatura. El tiempo lee frases significativas de hace treinta años. Nuestra misión es compartir el misterio de la vida humana y provocar la controversia sobre el tema. No tomamos posición, aunque alguno pueda verlo. Será el espectador quien saque las conclusiones y tome posiciones.

UN CAPITÁN OBSESIONADO POR LO BUENO Y LO MALO

 

JAVIER GUTIÉRREZ / JESÚS NOGUERO
FOTO: DAVID RUANO

Otro de los personajes clave es el Capitán que interpreta Jesús Noguero. Se trata de un hombre, cuya valoración de sí mismo es ser buena persona. Se ha posesionado de él la obsesión por distinguir entre buenos y malos. Su moral y la de Woyzeck parte de dos núcleos distintos. Mientras la moral de Woyzeck parte de su interior, la del capitán parte del exterior porque se basa en las formas y costumbres que le ha proporcionado su educación. Es uno de los que humillarán a Woyzeck. Según Jesús Noguero:

 

·         El capitán es un hombre completamente desgraciado, hipocondríaco y despreciado por sus superiores. No tiene posibilidad de réplica y de fuerza. Simboliza la destrucción del ser humano. Se hace una pregunta: ¿dónde empieza lo bueno o lo malo? y ¿Deshacer el mundo es una situación más justa?

 

·         El doctor y el capitán – añade Gerardo Vera -, se podrían asociar a dos tipos de estructuras autoritarias. Büchner los asocia a dos enfermos: El capitán es el ideal del militar, inmerso en su soledad; el doctor es un neurótico y para él Woyzeck es la cobaya con la que puede experimentar. Podían ser personajes esquemáticos, pero en realidad no lo son. En Woyzeck se nos presentan los seres humanos como un abismo al que te asomas y no lo ves. Büchner, que murió joven, tal vez lo intuyó y tal vez por eso murió.

 

Hay dos preguntas un tanto incómodas para Gerardo Vera. Una de ellas, habitual en muchas ocasiones, es la conexión del texto con la realidad. También se suele formular de otra forma: ¿a qué viene un texto como Woyzeck en estos tiempos? Tras una cierta molestia Gerardo precisa:

 

·         El ser humano de nuestros días forma parte del mundo televisivo, del marketing y de toda la cultura de consumo. Woyzeck tiene que llevarnos a comprender al ser humano. No he tenido la tentación de convertir a Woyzeck en un refugiado de Afganistán o de otro lugar. No quiero tampoco acudir al retrato de un ser humano del lumpen, pero que va a ver al Real Madrid. Woyzcek no es la realidad sino la metarrealidad que nos plantea una pregunta ¿por qué puede matar?

 

FOTO: DAVID RUANO

 

La otra pregunta no tanto incómoda, cuanto difícil de contestar para Gerardo es: ¿cómo es la puesta en escena?

 

·         No sé cómo explicarlo. He trabajado sobre intuiciones. La escenografía parte a través de ideas, como si fuera un cuadro abstracto. No somos conscientes de lo hecho. Ayer mismo entendí algo nuevo: el misterio como clave de la obra.

UNA CIÉNAGA COMO IDEA Y COMO ESCENARIO

 

Max Gaenzel y Estel Cristià, dos escenógrafos catalanes, han creado el espacio escénico que gira alrededor de una ciénaga.

 

·         La ciénaga está presente en todos los espacios de la obra y que pretende ser también una recreación del estado mental de Woyzeck. Visualmente es una especie de gran campo de agujas que lo tienen aprisionado. Es un cuadrilátero rodeado de juncos, agresivo, misterio y lúgubre. Aquí es donde Woyzeck acaba matando a Marie y es el espacio el que representa la locura del protagonista. No lleva agua, porque es una abstracción y no se trata de un espacio realista.

 

ESCENOGRAFÍA DE MAX GAENZEL Y ESTEL CRISTIÁ


Las cañas que rodean la ciénaga son móviles, pero no con la intención de delimitar diversos espacios, sino como que siempre están respirando movimiento. Se inclinan a un lado o se cruzan en el centro.

EL VESTUARIO ENTRE LO COTIDIANO Y LO INVENTADO

 

VESTUARIO: ALEJANDRO ANDÚJAR

El vestuario es de Alejandro Andújar y su primera idea, aunque Juan Mayorga no  sitúa la historia en la Alemania de 1824…

 

·         Indagando sobre el Woyzeck real, descubrí que se trataba de las tropas prusianas, en el contexto de las guerras napoleónicas. Me fue fácil encontrar documentación pues hay mucha información. Lo único que tenía que hacer era darle el tratamiento teatral. Gerardo me hizo desistir de ello y comenzamos a trabajar por una idea más expresionista. Lo que no me gustaba era repetir el estilo de las versiones que se han montado en el siglo XX. Decidimos centrarnos en la escena del circo y teñir de esperpento a toda la obra y sus personajes. Al final decidimos evitar el teatralizar y exagerar los caracteres a nivel de vestuario y, más bien, crear una atmósfera entre cotidiana e inventada, pero sobre todo a partir de los personajes concretos, es decir: ver personajes decimonónicos como es la Charlatana, junto como imágenes del siglo XX, como los largos vestidos del resto de las mujeres. En cuanto a los uniformes militares Gerardo sugirió la bota alta del siglo XIX, para asociarlo más a la Segunda Guerra Mundial. Las chaquetas recuerdan a la prusiana, pero de la misma manera en que las chaquetas nazis recuerdan a las del siglo XIX. 

 

Un tratamiento común es que no se vea que es un vestuario hiperdiseñado, sino como no muy terminado.

LA MÚSICA DE BÉLA BARTÓK

REFLEJO DEL MUNDO DE WOYZECK

 

BÉLA BARTÓK

Woyzeck se llevó al mundo operístico con música de Alban Berg. Gerardo no ha recurrido a ella, sino a una partitura basada en composiciones musicales de Béla Bartók. Según Gerardo:

 

·         Béla Bartók ha influido en la música contemporánea como Büchner anuncia el desarrollo del drama contemporáneo. Me parecían dos visiones paralelas, centroeuropeas, y ambas cuentan con aspectos violentos y emocionales. Su música es desestructurada y descontextualizada, Tiene mucho que ver con la puesta en escena que también es muy esencial y muy desestructurada.

 

Es Luis Delgado - experto en música medieval, tradicional y folklórica -quien se encarga de crear el mundo musical. Büchner ya había incorporado a los diálogos, estribillos de canciones populares.  

 

·         Desde que comencé este verano a trabajar con Gerardo para esta producción, se abrieron varios caminos que fuimos desechando. Precedentes musicales de Woyzeck son, entre otros, la ópera de Alban Berg, la película de Werner Herzog con fragmentos de música barroca, el musical de Robert Wilsom y Tom Waits… Pensamos utilizar fragmentos de Berg, pero al final Gerardo se decidió por Béla Bartók como fuente de inspiración. Para mí es perfecto porque Bartók recoge mucha música tradicional de Hungría, Rumanía…, así como de raíz popular intelectualizada y filtrada a través de la maestría de Bartók. Se acomoda bien a la historia de Woyzeck que se desarrolla en un ambiente popular, entre soldados, muy cerca de la cultura rural, pero filtrada por el análisis de Büchner.

 

La música se interpreta en directo a través del piando de Mariano Martín, que, a veces, actúa como actor. Las canciones las interpreta Trinidad Iglesias.

Woyzeck ha sido comparado con las grandes tragedias griegas, pero también como preludio del drama contemporáneo. Según Juan Mayorga:

 

·         Cuando trabajamos sobre un clásico queremos hacer un trabajo de descentrifugado. Si es actual Woyzeck, como lo puede ser Antígona el Rey Lear, es porque siempre nos está leyendo a nosotros. Lo esencial de Woyzeck se impone. Es una obra sobre el lenguaje y esto es actoral: ¿Hasta qué punto estamos ocupados por la palabra del otro? Mi lenguaje es lo que pone los límites al otro. Es discontinuo como discontinua es la misma vida.

 


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

Última actualización el Miércoles, 30 de Marzo de 2011 07:37