William layton y el Tec en el Recuerdo Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Martes, 22 de Marzo de 2011 18:04

WILLIAM LAYTON y EL T.E.C. LEVANTAN EL TELÓN

PARA UN AUTOR ESPAÑOL: Alfonso Vallejo

 

Con motivo de las diversas veces que en estos últimos años hemos recurrido a la herencia de William Layton, hemos creído conveniente recuperar una entrevista del año 1979, publicada en la revista Reseña, cuando el grupo en torno a Layton investigaba sobre nuevas formas teatrales. Fueron los años de La Dama Boba y El Cero Transparente. Todos éramos bastante más jóvenes. 

 

 

Alfonso Vallejo dejará de ser una nebulosa para la mayoría del público español a partir de febrero. Su nombre está ya impreso en dos volúmenes teatrales: "El cero transparente", "Acido sulfúrico", "El desguace", "Monólogo para seis voces sin sonido" (cuyos títulos anteriores fueron: "K.O.", "El mundo enigmático", "De las tentaciones del amor"), "Infrasonos" y el Premio Tirso de Molina 1978: "A tumba abierta". Todavía es manuscrito: "Eclipse", "Vuelomagia", "Latidos", "Pss !", "La espada del círculo" y un último título recién escrito. Neurólogo de profesión, casado y con hijos, por lo que se puede apreciar es fecundo en producción. De su calidad teatral está la garantía de dos veces Premio Lope de Vega y una Tirso de Molina. La única anomalía es la de no haber subido a ningún escenario español. Sí a los escenarios extranjeros: Nueva York ha montado "Eclipse", y Londres, "Vuelomagia" y "Zero Une". El TEC, bajo la batuta de William Layton, va a proseguir su temporada teatral con "Zera Une", que en español se conoce como "El cero transparente". Hoy no nos preocupa la crítica, La dejamos para más tarde,

 

Hoy nos interesa la visión que Layton tiene de la obra de Vallejo, el montaje concreto que lleva entre manos, y un acercamiento a la actividad teatral de Layton, ese norteamericano de Kansas afincado en España desde 1968, porque, visitando Granada, "me encantó, y fue como una droga. Lo español ha entrado en mí”

 

UN TREN. UN VIAJE:

EL CERO TRANSPARENTE

 

WILLIAM LAYTON (USA)

Sillas, sillones y bancos enfrentados a modo de juego infantil simulan los compartimentos de un tren. Claudia Gravi y Femando Sotuela, sentados y cercados por el angosto espacio, poetizan, ríen, se angustian ... Más tarde Femando Delgado y Julián Argudo exteriorizan sus temores ... Personajes en marcha hacia un futuro en un "convoy" que les atenaza con su espacio. Layton asiente y corrige. José Carlos Plaza, colaborador en la dirección, sugiere tonos, imágenes para extraer de los actores un texto más convincente.

 

Ya en casa de Layton aclaro algunos puntos que he presenciado durante el ensayo.

 

-He visto que Plaza intervenía a menudo en dar sugerencias. ¿Qué papel le cabe en la dirección?

- José Carlos - puntualiza Layton ­ es para mí un gran colaborador. Ha trabajado mucho en la música, en el sonido..., pero es muy importante a nivel de aclaraciones en cuanto a los conceptos y términos españoles. Tanto por mi lengua extranjera, como por mi sordera necesito su ayuda para que los tonos no salgan con musicalidad inglesa. Tengo una gran compenetración con él. Pocas veces tenemos problemas, lo normal. Pero no sólo colabora él. Amold Taraborelli me asiste en los desplazamientos y movimientos.

 

- ¿Por qué una obra de Alfonso Vallejo? Un autor español dirigido por un norteamericano.

- Me interesó su obra. La conocí estando en Barcelona - Layton fue durante dos años profesor del Instituto de Barcelona y del Laboratorio de Actores -. Algunos actores del Lliure me la dieron a leer. Después conocí personalmente al autor. Encuentro su obra muy sugestiva. Hace dos años hicimos una lectura escenificada de "Acido sulfúrico". Una obra difícil. Entonces me percaté de que las obras de Vallejo clamaban por un montaje: sonido, efectos, luces ... Por otro lado, no es la primera vez que tengo contactos con lo español. Ya antes de venir a España...

 

GUILLERMO LAYTON:

UN NORTEAMERICANO AFINCADO EN ESPANA

 

WILLIAM LAYTON (1979)

-Mis contactos más directos fueron a raíz de una serie televisiva para Iberoamérica: "Don Quákero". Trabajaba en colaboración con un catalán. Además en la década de los cincuenta preparé varias compañías iberoamericanas: Perú, Colombia... Dirigí también el Teatro Español en Nueva York –las obras que Layton tradujo, adaptó y dirigió a partir de autores españoles, fueron: "El caso de la mujer asesinadita" y "La señora estupenda", de Mihura; "El canto de la cigarra" y "Viviendo en las nubes", de Paso; "Retablo jovial", de Casona -  En 1960 vine a España como turista. Visité Granada, en donde mi antiguo colaborador catalán trabajaba en investigaciones acerca de la muerte de Lorca. Granada me encantó... Y lo español me entró ... Tenía que volver, pero no ya como turista y no sabía cómo ... Por aquel entonces, en Madrid, Miguel Narros, Acuña, Paco Velero y otros organizaban el TEM (Teatro Estudio de Madrid). Necesitaban a alguien que les ayudara. Acuña estaba estudiando en la Universidad de Yale y realizaba prácticas en una gran agencia de publicidad neoyorkina. Se puso en contacto con mi representante. y como yo estaba libre, decidimos que vendría unos tres meses a Madrid como asesor. Los tres meses se convirtieron en seis, y ya a partir de mil novecientos sesenta y ocho, en que obtuve la residencia española, paso casi todo el tiempo en España. Sólo dos meses voy a Nueva York a visitar amigos, familiares y ver lo que de teatro se hace por a allí. Y es curioso, allí me siento extraño.

 

William Layton, que firma familiarmente Guillermo Layton y cuando habla de si mismo traduce el William en Guillermo, ha desarrollado en España una gran actividad como actor - unas cuarenta interpretaciones entre cine y televisión -; como director - "La caja de arena" e "Historia del Zoo", de Albee; "Un ligero dolor", de Pinter; "Mambrú se fue a la guerra", de Rabe; "Noche de Reyes", de Shakespeare; los montajes sucesivos del TEM, TEI, TEC, y su último “Tío Vania", Premio El Espectador y La Crítica 1979, Mejor Dirección Escénica y Premio Radio España- y como profesor - en Nueva York: la American Academy of Drama­tic Arts, American Theatre Wing y Studio Lab: en Barcelona, y en Madrid, en el Nuevo Centro de Arte Dramático, la Real Escuela de Arte Dramático y en la antigua Escuela Oficial de Cine-, Sin embargo, su primera vocación fue la de actor.

 

WILLIAM LAYTON / CLAUDIA GRAVI
EL CERO TRANSPARENTE (ENSAYO, 1979)

-¿Cuándo y por qué el cambio de actor a director?

-No he abandonado la interpretación. Suelo hacer unas tres películas al año. Siempre en papeles de extranjero o en donde la lengua no sea problema -el castellano de Layton es de "t" y "r" anglosajonas y de superlativos por repetición: "trabajo, trabajo, trabajo... "-. Pero ciertamente en mi vida hay un accidente que me hace volcarme más en la faceta de traductor­adaptador y director: la sordera. He sufrido seis operaciones sin resultado y lo he remediado un poco con el aparatito. Empezó en Iberoamérica, y mientras el mal no fue en aumento seguí con la interpretación.

 

-¿La de actor, es vocación familiar?

-No. Mi familia no se ha interesado específicamente por las artes o música. De suyo, comencé estudiando abogado por deseo de mi padre. Asistía a la Universidad de Colombia, en la calle 110 en Nueva York. Pero mucho más abajo, en la calle 42, estaba el teatro. En aquel tiempo pasaba más tiempo en la 42 que en la 110. La muerte de mi padre me replanteó el problema: "¿Qué haces aquí si tienes el corazón en el teatro?" Lo planteé en casa. Eran años difíciles: la gran depresión americana y las tempestades de polvo en Kansas. Con todo, mis hermanos, preocupados en sacar a flote los trigales arruinados de mi padre, me dijeron: "Guillermo, tienes interés por el teatro. Hazlo”. Gracias a Dios, me ayudaron mucho, aunque no entendían lo mío.

 

JULIÁN ARGUDO / WILLIAM LAYTON
EL CERO TRANSPARENTE (ENSAYO, 1979)

Dos años de estudios en la Escuela de Arte Dramático, y después, "trabajo, trabajo, trabajo... Su primer papel, uno de tantos soldados, queda recordado en una fotografía: una cabecita entre la masa, enmarcada en un círculo rojo. Títulos claves de su época de actor en Nueva York son el estreno en gira de "Verano y humo" y "El Zoo de Cristal", de T. Williams; "Nuestra ciudad", de Thornton Wilder; “The Man who Came to Dinner", "Mr Big", “The american Way", de Kauffman y Hart.

 

Ayudante de Alexander Burkart, famoso escritor estadounidense, interpreta con él "El hombre invitado a cenar". Otro gran recuerdo es Harpo Marx, de quién también fue ayudante y con quien interpreta "La chaqueta amarilla", una obra al estilo chino. De esta época data su amistad con Thornton Wilder.

 

-Wilder fue el que me aconsejó después de la guerra. Yo había servido en la Infantería de Marina (1942­1946) como ayudante de campo. Vuelto a América sentí una gran desolación. Parecía como si no hubiera sucedido nada. ¿Para qué había servido la guerra?... Wilder me aconsejó cambiar de aires, y apuntó Londres. Actué en el New Theatre - hoy teatro Alberry -, la sede de Laurence Olivier y Vivien Leig. Pero en esta época estaban en América. Interpreté "Curva peligrosa", de Priestley, y "Comand Decisión", de Haines, entre otras. El papel de "Comand Decisión" me era más que familiar: interpretaba a un ayudante de campo.

 

 Graduado en "Artes Liberales" por la Universidad de Colorado (Boulder); por la "American Academy of Drama­tic Arts" y la "American Theatre Wing", de Nueva York, es también licenciado por el "Alfred Dixon Speech Institute" y "Neighborhood Playhou­se" de Nueva York. Su último trabajo es la participación como actor en la serie televisiva que Alfonso Ungría rueda sobre Cervantes. En teatro, el riesgo de un autor nuevo: Vallejo.

 

"EL CERO TRANSPARENTE":

INVESTIGACION SOBRE LAS POSIBILIDADES DEL CEREBRO

 

CLAUDIA GRAVI / JOSÉ CARLOS PLAZA
EL CERO TRANSPARENTE (ENSAYO, 1979)

-¿Qué es "El Cero Transparente?

-Como has podido ver, se trata de un viaje. En él, cuatro prisioneros politicos a los que se ha intentado lavar el cerebro sin resultado, marchan hacia el paraíso. La sorpresa está en la última estación.

 

-¿Qué hay bajo ese hilo argumental?

-Se trata de una meditación acerca del ser humano y sus posibilidades desconocidas. Una reflexión sobre "el cerebro" que no hemos usado. Un indagar sobre formas nuevas. Parale­lamente a esta temática se hilvanan otros temas: la libertad, la esperanza, el amor, la injusticia...

 

-¿Se puede incluir la obra en algún estilo o tipo de teatro?

-Es una mezcla de estilos, y por lo tanto, de tratamientos: Fantasía, farsa, tragedia, melodrama y algo del teatro del absurdo. Ello obliga a usar diversos métodos de trabajo.

 

FERNANDO SOTUELA / CLAUDIA GRAVI /
FERNANDO DELGADO /JULIÁN ARGUDO
EL CERO TRANSPARENTE (1980)

-¿Hay algún personaje que predomine sobre los demás, o se trata de una obra coral?

-El papel está muy repartido entre los personajes. Es más bien una obra de conjunto.

 

-Con respecto a los actores y su asimilación a los personajes, ha encontrado dificultades?

-No, en general. Trabajo con la gente del TEC desde hace años. Muchos de ellos han sido alumnos míos y yo los he formado. Por otra parte, como grupo, estamos acostum­brados a trabajar. A ellos les debo mucho. Han sido siempre muy cariñosos conmigo, y respetuosos, comprendiendo mi forma de ser y trabajar. Más incógnita fue buscar el papel de "Homes". Se necesitaba dar una cierta edad. El personaje lo encontramos en Fernando Delgado. Era la primera vez que trabajamos juntos y siempre hay una incógnita cuando un actor y un director trabajan por primera vez. Sin embargo, he quedado contento. Ha sido posible la cooperación.

 

El reparto corre a cargo de Claudia Gravi, Fernando Sotuela, Julián Argudo, Fernando Delgado, Juan Pastor, Antonio Llopis y Joaquin Pueyo. La escenografía, sobre una idea primera de Miguel Narros, está a  cargo de Pere Francés: Una cúpula metálica a lo estación de Atocha, y en el plano inferior el rectángulo trasero del exterior de un vagón.

 

CLAUDIA GRAVI / FERNANDO SOTUELA
EL CERO TRANSPARENTE (1980)

-Es una bonita escenografía. El tren, limitado esquemáticamente, y sólo los asientos son realistas: bancos de las antiguas terceras. Todo ello envuelto por una tela metálica, y al fondo un gran ciclorama, que recogerá las proyecciones.

 

-¿Por qué el metal y la tela metálica?

-El metal es importante para el texto por su dureza y color. El encaje de la malla metálica es ese respiro al que se tiende en la obra. Vallejo habla de "pájaros, vuelo”, como has podido ver en el ensayo de hoy... Un respiro dentro de una férrea estructura. El tren irá sobre una plataforma giratoria, de modo que observemos la acción desde diversos ángulos. El ciclorama proyectará la sangre, el desierto, la nieve...

 

-¿Qué importancia tiene el tren?

-Es un personaje más. Ese tren antiguo que aparece como el mejor amigo. El tren llora, ríe, agoniza y se...  mejor dejamos el final en el aire.

 

-¿Se puede decir que no es un montaje fácil?

-Como todos. Todo montaje es complicado. Cuando el espectador lo ve le parece muy sencillo, pero debajo hay todo un complicado engranaje.

 

 FERNANDO DELGADO / JULIÁN ARGUDO
EL CERO TRANSPARENTE (1980)

-¿Qué piensa Vallejo de su montaje?

-Él ha asistido sólo a algunos ensayos. Mañana (sábado 26 de enero) la pasaremos entera y asistirá. Pero es un hombre que le gustan los resultados prácticos y no tiene paciencia para asistir al laborioso trabajo de ensayo. Sé que le gustan mis montajes, pero no entiende mi manera de trabajar. Va a los resultados. Tiene una gran cualidad: no se mete en los cambios que se puedan hacer, con tal de que los resultados sean positivos. Cualidad que no se encuentra en otros autores.

 

-¿Destacaría una obra en especial?

-Hay grandes valores en todas sus obras. Para mí, la más interesante es "Monólogo para seis voces sin sonido". Muy bella, pero difícil.

 

-En conjunto, ¿dónde encuadrar el teatro de Vallejo?

-No es fácil darle un esquema. Se acerca al teatro del absurdo, pero con más mordiente.

 

-Vallejo no ha sido estrenado.¿ La censura?

-No lo creo. No toca directamente el tema político. Sólo indirectamente trata temas como la tortura, la libertad, las instituciones psiquiátricas... En general, son atemporales y aespaciales ...

 

WILLIAM LAYTON (1979)

"El cero transparente" llega casi a su fin en los ensayos. El TEC ha cambiado de local. Ahora es el “'Teatro del Círculo de Bellas Artes", un antiguo cine que se está remodelando como teatro. William Layton está satisfecho y optimista.

 

-Mira, para mí, la vida es funcionar bien. Y gracias a Dios, he funcionado bien. Y ahora en España funciono bien. Los problemas que puede haber, que siempre los hay, se van superando. Y esto es lo importante.

 

Estreno de autor y estreno de local para el TEC. Se espera el estreno, y el juicio sobre el futuro de la obra queda en suspenso...

 

El TEC antes había inaugurado el Teatro Espronceda en la Calle Espronceda de Madrid donde se estrenó La Dama Boba. Un local que duró poco tiempo.

TEATRO ESPRONCEDA (MADRID)
LA DAMA BOBA (TEC)
(CLIKEAR)

 

 


José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Lunes, 25 de Abril de 2011 16:34