Babel. Andrew Bovell. Crítica Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Domingo, 14 de Octubre de 2012 14:56

 BABEL
(SPEAKING IN TONGUES)
UN MODO DE CONTAR ORIGINAL
 
 
 PILAR CASTRO / PEDRO CASABLANCH / 
AITANA SÁNCHEZ GIJÓN  / JORGE BOSCH
FOTO:  JAVIER NAVAL 
Babel es el título español para la obra de Adrew Bovell, Speaking in tongues, que es una expresión para indicar el "don de lenguas", es decir "hablando distintas lenguas". El inicio de "hablar distintas lenguas", literariamente, se desvela en la Biblia, con motivo de la ambiciosa construcción de la Torre de Babel. El castigo es que los pueblos comienzan a hablar distintas lenguas y lleva a la falta de comunicación, con todo lo que ello conlleva. Como contrapartida y mensaje de comunicación está el fenómeno del descendimiento del Espíritu Santo sobre los apóstoles el día de Pentecostés, que produce el efecto contrario: la comunicación. El apóstol Pedro habla una sola lengua y todos lo entienden: medos, persas etc.
 
De esta diversidad de lenguas y, por lo tanto, confusión nace el título español Babel, que en el idioma español utilizamos con esta expresión "Esto es una Babel", para indicar la confusión o la complejidad de una situación y por lo tanto la falta de comunicación.
 
La obra de teatro fue llevada al cine, en Australia, con el título de Lantana. Lantana viene a expresar de alguna manera esa diversidad, porque es una planta que tiene 160 especies diferentes y de múltiples coloraciones.
 
Cualquiera de los títulos viene a expresar las serie de relaciones entremezcladas que van apareciendo en la historia que se nos cuenta. Ese juego de interacción entre unas y otras historias es, posiblemente, la parte más ingeniosa de Babel. Ello permite una constante actividad por parte del espectador y mantiene el interés en todo momento.
 
Las historias se narran a través de 9 personajes, que encarnan 4 actores, no por motivos de producción sino porque el original de la obra de teatro lo exige. Parece que sea fundamental esta reducción a cuatro actores, pues aunque sean diversos los protagonistas de las historias, en el fondo, se pueden reducir a un único modo de comportamiento del ser humano, que esconde, tras un mundo de apariencias, el desengaño y la difícil vivencia del sexo, motor de la vida humana, fruto de la imposibilidad de comunicarnos. Parece ser que la tesis de Andrew Bovell es la imposibilidad de comunicación en el ser humano y por ello el estar encadenado al mundo de las "apariencias" y el fingimiento.
 
Este complejo tejido de tramas tiene bastante de "thriler", que se acentúa con el hallazgo de un zapato de mujer en el descampado y que no conviene desvelar.
 
Tamzin Townsend dirige con ritmo y claridad este complicado entrelazado, a la vez que encuentra las soluciones escenográficas de los diversos cambios de ambiente. No hay un momento en que no nos deje de interesar y nos mantiene siempre alerta.  El arranque de la obra posee un aliciente, en cuanto que los diálogos de los cuatro personajes - cada pareja en distintas habitaciones de un motel -  se alternan, se dicen al mismo tiempo, o se responde en una habitación lo que se ha preguntado en la otra. Andrew Bovell muestra un gran ingenio en este ir y venir de los diálogos. Es un arranque brillante y uno teme en que todo se quede ahí como una comedia más de infidelidades conyugales. El temor se desvanece a lo largo que avanza la narración.
 
A todo ello ayuda una buena dirección de actores, los cuales despliegan todas sus cualidades interpretativas para con los diversos personajes en los que se desdoblan. Destacar uno más que otro sería injusto pues se ha conseguido un buen plantel de actores. Con todo, me ha llamado la atención, tal vez por mi desconocimiento - que sea consciente es la primera vez que lo he visto actuar -, la interpretación de Jorge Bosch. Ésta es muy matizada y convincente, al crear los varios personajes de un modo bien diferenciado. Pilar Castro también ha sido una revelación, para mí. En cuanto a Pedro Casablanch y Aitana Sánchez Gijón están a la altura de otras interpretaciones suyas.
 
Babel es obra con una dirección e interpretación que no defrauda. La intriga y ese modo de contar dejando piezas sueltas o adelantando otras, permite el suspense e interés. Al espectador difícilmente le pesa la butaca y se pasa una buena e intrigante velada. No obstante, lo que nos cuenta Andrew Bovell, al menos en la versión que hemos visto, - me han dicho que la traducción ha perdido matices, pero eso es algo que excede a mis consideraciones -, me deja un tanto indiferente y se suma a tantas historias de infidelidades ocultas, fruto de un proceso anterior de falta de comunicación.  Probablemente Andrew no ha pretendido más, a nivel de contenido, y lo más valioso de su pieza es lo ingenioso al contarnos la historia.
 
El público llena con largueza el patio de butacas, y en ese entramado de una historia tras otra se queda desconcertado ante el final. Al apagarse la luz no sabe si ha terminado y esperan que siga la historia. Hasta que no vuelve la luz y los actores salen a saludar no aplauden y este aplauso es generoso.
 
PEDRO CASABLANCH /AITANA SÁNCHEZ GIJÓN  JORGE BOSCH / PILAR CASTRO
FOTO: JAVIER NAVAL
 
Título: Babel (Speaking in Tongues)
Autor: Andrew Bovell
Traducción y adaptación: Pedro Costa
Escenografía: Eduardo Moreno
Espacio Sonoro: Sandra Vicente
Vestuario: Nereida Bonmatí
Directora de Producción: Nadia Corral
Producción Ejecutiva: Elisa Fernández
Ayudante de Producción: Sara Brogueras
Producción: Pedro Costa
Aydte. dirección: José Luis Sixto
Intérpretes: Aitana Sánchez-Gijón, Pilar Castro, Pedro Casablánc y Jorge Bosch.
Directora: Tamzin Townsend.
Duración: 1 hora y 40 minutos
Estreno en Madrid: Teatro Marquina, 20 - IX - 2012
 
 FOTO: JAVIER NAVAL
 


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

TEATRO MARQUINA
C/ PRIM ,11
28004. Madrid
Tf. 91 532 31 86
Metro: L.4 y L. 2
Bus: 27
Parking: Palacio de Justicia
Última actualización el Sábado, 29 de Julio de 2017 10:28