Cronopios rotos. Sinisterra. Entrevista Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande   
Martes, 05 de Octubre de 2010 07:35
 

CRONOPIOS ROTOS

VARIACIONES SOBRE CORTÁZAR 

TORITO Y GRAFITTI: DOS CRONOPIOS 

Los cronopios tienen un punto de inocencia e ingenuidad, un inconformismo aunque no agrio, un anarquismo poético. Torito y Grafitti tienen que ver con este concepto de “Cronopios”.  


CRONOPIOS ROTOS

VARIACIONES SOBRE CORTÁZAR 

TORITO Y GRAFITTI: DOS CRONOPIOS

Estos Cronopios no son casuales. José Sanchis Sinisterra ya había trabado relación con la narrativa de  Julio Cortázar en 1980. Veía la posibilidad de llevar su literatura al teatro. Llovía sobre mojado, ahí está la teatralización del último capítulo del Ulises de James Joyce (La noche de Molly Bloom, 1979), textos de Kafka, Moby Dick (1983)… De Cortázar había visto la posibilidad de llevar al escenario, en 1985, Rayuela (1962)  centrándose en la protagonista: Maga. Encontró su dramatización en Carta de la Maga bebé Rocamadour. No fue posible su representación porque la viuda de Cortázar, Aurora Bernardez, no cedía los derechos para la adaptación. No sería hasta el 2002 cuando entrando en conexión con Aurora y…

 
JULIO CORTÁZAR
  • … junto con Concha Milla – actriz de Cronopios Rotos fuimos con Aurora a París. Vio el espectáculo y dio su consentimiento. Por mi parte se me confirmó la teatralidad de Cortázar. En el 2009 Amaranta Amaranta Osorio, productora de estos Cronopios –me propuso rendir un homenaje a Julio Cortázar en la Casa de América. Así surgió Lejana. Diario de Alina Reyes.

Lejana es un de los ocho cuentos publicados por Julio Cortázar bajo el título de Bestiario (1951).  

 JOSÉ SANCHIS SINISTERRA
(CLIKEAR)
  • Nos reunimos Mario Vedoya y Gema Aparicio – actores en Cronopiose hicimos ese pequeño espectáculo en la Casa de América – aclara Sanchis Sinisterra. Se trataba de una única representación. Allí tuvimos, como se dice ahora, “un buen rollo” y pensamos hacer algo más. Al principio pensamos añadir otros textos al montaje de Lejana. Pero encontré estos dos textos afines: Torito y Graffiti.  Los propuse a los actores y partimos de cero. La mía es, pues, una larga historia de amor con Cortázar que no he terminado. Para un futuro pienso teatralizar la segunda parte de Rayuela, apoyándome sobre Talita que es la protagonista de la segunda parte de Lejana.

En Talita, el protagonista Horacio Oliveira  verá a la Maga (Lucía).

 

CRONOPIOS: LA TERCERA INCURSIÓN EN CORTAZAR

POR PARTE DE SANCHIS SINISTERRA

 

Torito y Grafitti son dos cuentos distanciados en el tiempo. El primero es de 1954 y el segundo de finales de los años setenta. El reunirlos en una dramatización se debe, según Sanchis Sinisterra es:

    MARIO VEDOYA, CONCHA MILLA
  • Porque, a pesar de sus indudables diferencias temáticas y estilísticas y la distancia cronológica de composición, comparten rasgos esenciales en cuanto a su asunto y su estructura formal. Los he reunido bajo el título de Cronopios Rotos. Julio Cortázar tiene un libro que titula Historia de Cronopios y fama. Nos es la dramatización de ese libro. Los “Cronopios” no solamente existen en ese texto, sino que  están en varios de sus textos. Y él era un “cronopio”.

Lo que sea Cronopios no es fácil de precisar, pero se puede llegar a un acercamiento, según Sanchis Sinisterra:

 CRONOPIOS ROTOS

 JUSTO SUÁREZ
  • Son personajes muy difíciles de caracterizar, pero son reales. Los cronopios tienen un punto de inocencia e ingenuidad, un inconformismo aunque no agrio, un anarquismo poético. Torito y Grafitti tienen que ver con este concepto de “Cronopios”. Ambos textos retratan a dos seres derrotados, fracasados por la vida y con aspiración a la aventura. Torito es la historia de un boxeador, salido de un barrio humilde: Mataderos. Grafitti nos presenta a una joven que se dedica a dibujar con tizas de colores formas poéticas en una dictadura militar que prohíbe, a cualquier niño, pintar sobre las paredes. La muchacha vive aventuras con otro “poeta de la pared”. Ambas son situaciones de derrota. Los he reunido en un hospital, donde hay poca posibilidad de retornar a la vida, sin que sea un hospital en fase terminal. Pero hay una esperanza.

Asistimos a dos monólogos alternos, a través de los cuales conocemos su lucha. El Torito evoca un combate perdido ante un rival más joven y mejor preparado. En Grafitti es la violencia institucional durante una dictadura. 

  • Ambos personajes necesitan compartir, comunicar, dar testimonio de la lucha y del fracaso, como si sólo el acto de narrar fuera capaz de dar sentido a una y a otro – aclara Sanchis Sinisterra.

A estos dos personajes se une un tercero, que interpreta Gema Aparicio.

 

  GEMA APARICIO
  • Gema, al principio, era la apuntadora, pero después se fue convirtiendo en un personaje. Es un pivote dramatúrgico. Viene a visitar a la muchacha y ella le dicta la carta para ese otro personaje. El boxeador comienza con su monólogo rememorativo y después  se irá alternando con el monólogo de la joven. Son dos monólogos, pero con una situación a tres. Se suceden alternativamente y están fraccionados en textos cortos, que son como la réplica de uno al otro, sin que ello suponga que es un diálogo realista con el que dos personajes hablan entre sí. La comunicación está en la temática y emociones. Es un trabajo de corte y pega. Si lo comparamos a una partitura, ésta sería una partitura de Jazz y no de Bach. Al final hay una cierta comunicación, pero es muy fina, como un cordelito que viene a ser el nexo de ambos. A través de estos dos cuentos, y en general, Cortázar ofrece la compasión a la solidaridad ante el sufrimiento humano, ante el dolor.

MARIO VEDOYA ES  TORITO

CONCHA MILLA ES LA GRAFITTERA

Torito es el homenaje de Julio Cortázar a un boxeador mítico: Justo Suárez (1909 – 1938), que fue un gran campeón en 1920. Mario Vedoya, actor argentino radicado hace años en España, encarna a Torito.

 MARIO VEDOYA
  • Cuando José me propuso este personaje – declara Mario Vedoya -, consulté con Internet. Allí definía a Torito como un ser de valentía exuberante y, al mismo tiempo, un manojo indefenso por su gran capacidad  de ternura. Un criollo inocente. A partir de ahí busqué ese personaje que tiene un lenguaje muy particular por ser un personaje de barrio. Es el habla popular, que para Cortázar es un gran ejercicio pues es enfrentar el lenguaje popular, el "lunfardo", al lenguaje  culto de Cortázar. El lenguaje de Torito es semejante a mi lenguaje argentino deslabazado, después de estar tantos años fuera de mi país. Torito me ha vinculado con mi país.

De ese lenguaje que nos habla Mario, el espectador español alcanza a comprender un 70 %. 

  • El resto, el espectador lo intuye por el contexto – precisa Mario. Pero es que ni el público argentino entiende muchos términos que pertenecen al “slang” del boxeo.

 

  CONCHA MILLA

Concha Milla es la joven de Grafitti. Para ella se trata de un… 

  • Texto muy poético y político a la vez. La historia se sitúa en las “dictaduras”, aunque no es ninguna dictadura específica y por lo tanto no precisa que sea la dictadura Argentina, aún cuando la sitúe en Buenos Aires. Aparece la dictadura como imposibilidad de encuentros, como la rotura del amor. De hecho la realidad argentina eliminó a toda una generación joven: 30.000 desaparecidos. Todo esto es posible encontrarlo en un cuento de tres páginas. Grafitti termina por ser un alegato a la esperanza.

PERSONAJES EN CONTINUA EVOLUCIÓN

La dirección corre también a cargo de Sanchis Sinisterra. 

  • En la dirección yo jugaba con ventaja, porque conocía a los actores, por lo que delegué  buena parte de la interpretación en ellos – confiesa Sanchis Sinisterra.

El método de trabajo lo desgrana Concha Milla: 

  • Al ensayo venimos con el texto bien aprendido de memoria y José actuaba como guía para ir anclando el entramado. Sobre ese recorrido armado, éramos libres. Si te perdías,  acudíamos  a José.

MARIO VEDOYA
  • Había dos conceptos como base: el cuerpo vulnerado y la progresividad en la acción del movimiento – añade Mario Vedoya. A partir del cuerpo inerte, puesto que yacíamos sobre la cama de un hospital, vas integrando movimientos laterales: de cabeza, de pies, cómo desplegar una flor… Así íbamos encontrando nuestra propia manera de integrarlos. Es un proceso vivo, en el que cada representación te da nuevas claves, puesto que nacen con el público. Ahora tenemos quince funciones y de la primera a la última habrá cambios y diferencias sustanciales. Cada día amontonamos nuevas cosas.
  •  No quiero ver la misma función que  ayer, pues son diversos los estados de ánimo - ataja José Sanchis Sinisterra. Aparecen modificaciones que, a veces, propongo yo. Claro que esto sólo lo puedes hacer con un tipo de actores. Hay otros actores que no soportan que les cambies cosas. Para mí fijarlo todo, siempre es horroroso, ya que es negarse al privilegio que tiene el teatro de poder modificar. Lo que sí me ha sorprendido es la compenetración total con todo el equipo, incluida la producción y esto se nota. 

VUELTA  AL TEATRO DE LA PALABRA

POR PARTE DE MUCHOS MONTAJES

¿RESPUESTA  A LA CRISIS?

 

Esta temporada, si hacemos caso al tipo de espectáculos y las declaraciones de los profesionales del teatro, parece que se reivindica el teatro de la palabra, alejado de los grandes  montajes espectaculares. A parte de una cierta filosofía teatral, también parece intuirse que la famosa “crisis” obliga a ello. 

CONCHA MILLA
  • Algo de esto tiene que ver con la crisis que nos ataca – confirma Mario Vedoya. A pesar de la crisis económica, el que se siga en el empeño de hacer teatro, sólo se puede comprneder desde el deseo de crear algo hermoso, poético y profundo. Esto es lo que nos nutre y moviliza a la gente del teatro. En la vida hay raras casualidades que surgen por las necesidades que se imponen y lo curioso es que todo se va acoplando y funciona. En nuestro caso el motor no es el dinero sino el deseo. Hemos tenido la ventaja de contar con un equipo sólido y hermoso.

  • Las crisis siempre producen bienes colaterales. En este caso es volver a lo que está al principio del teatro: el texto, el actor y el público y no las escenografías aparatosas – insiste José Sanchis Sinisterra, el cual siempre ha reivindicado el teatro de la palabra.

MARIO VEDOYA

 


José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Viernes, 22 de Octubre de 2010 09:23