Adiós Julián. Crítica. Imprimir
Escrito por Jerónimo López Mozo.   
Martes, 06 de Abril de 2010 07:47

ADIÓS JULIÁN
ZARZUELA DE BOLSILLO

[2007-10-25]

Según la sinopsis que figura en el programa de mano, la historia que se cuenta y que se canta en esta zarzuela es la siguiente: Julián está orgulloso de las mujeres espańolas y de la Mari Pepa en particular, que para eso es su novia.


ADIÓS JULIÁN
Zarzuela de bolsillo

Título: ¡Adiós Julián!
Dramaturgia y coreografía: Marina Bollaín
Arreglos musicales: Armin Pommeranz
Escenografía y vestuario: Inés Aparicio 
y Josune Lasa
Peluquería y maquillaje: Nestor Aizcorbe
Diseño de iluminación: Olga García A.A.I.
Realización del diseño de iluminación: Dominique You
Ayudante de dirección y escenografía: Francisco Sanz
Regidor: Jaime Martínez
Producción ejecutiva: Emma Maddalosso / ORCAM PRODUCCIÓN DE LA ORQUESTA Y CORO DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Solistas del Coro de la Comunidad de Madrid:
María Jesús Prieto, Consuelo Congost, Idoris Duarte, Teresa Salgueiro, (sopranos)
, Marta Bornaechea, Ana Isabel Aldalur, Carmen Haro, Marta Knörr, (mezzosopranos)
Solistas de la Orquesta de la Comunidad de Madrid: Víctor Arriola (violín), Alexander Trotchinsky (viola), Rafael Domínguez (violonchelo), Francisco Ballester (contrabajo), Cinta Varea(flauta), Josep Arnau, (clarinete), Eduardo Díaz (trompeta), Vicente Castelló (tuba), Jaime Fernández, (percusión), Luis Comín (piano)
Ballet y coreografía de los números 6 “Sevillanas”, 12 “ La Boda de Luis Alonso” y 15 “Tanguillos”: Noelia Fernández, Miriam Arias, Raquel Tamarit
Maestros repetidores: Luis Comín, Rocío Sevares
Intérpretes: Carmen Campos (Mari Pepa), Javier Checa (Julián), Isabel Egea (Menegilda), Felipe García – Vao (Pepe)
Dirección Musical: Manuel Coves
Dirección escénica: Marina Bollaín
Estreno en Madrid: Teatro Albéniz,
13 – IX – 2007


Según la sinopsis que figura en el programa de mano, la historia que se cuenta y que se canta en esta zarzuela es la siguiente: Julián está orgulloso de las mujeres españolas y de la Mari Pepa en particular, que para eso es su novia. La joven trabaja de costurera en un taller en el que sus compañeras también están solteras y aspiran, como ella, a casarse. En el camino de Julián se cruza Menegilda, sirvienta con ansias de prosperar, y el hombre no deja pasar la ocasión de cortejarla. A Mari Pepa no le gustan estos coqueteos y, para dar celos a su novio, se va de verbena con Pepe, que, en cuestión de mujeres, no hace ascos a ninguna. A Julián, esta situación le hace sufrir y llorar, pero la sangre no llega al río, porque al final todo se resuelve felizmente con el triunfo del amor verdadero.

Lo que sucede es que el guión ha sido elaborado con fragmentos de numerosas zarzuelas, de las que también procede la música. Entre ellas: El barberillo de Lavapiés, El niño judío, La del manojo de Rosas, El bateo, Los claveles, La Gran Vía, La verbena de la Paloma, La boda de Luis Alonso, Los sobrinos del capitán Grant, La tempranita, La revoltosa y El gato montés. En total diecinueve números procedentes de trece zarzuelas. El espectáculo fue concebido por Marina Bollain en Alemania, mientras estudiaba canto y dirección de ópera. Allí descubrió los valores de un género que, en su opinión, es brillante, divertido y superior a la opereta, que le parece cursi, e incluso que la ópera, a la que la aventaja por su frescura y viveza. Fruto de ese entusiasmo es Adiós Julián, cuya primera puesta en escena ofreció en 2001 en Berlín. Es digno de elogio el esfuerzo de la directora por contribuir a la recuperación y difusión de este tesoro musical español tan olvidado.

Sin embargo, no creemos que el espectáculo que ahora ofrece en España, que suponemos fiel, en lo esencial, al ofrecido seis años atrás, aun siendo de digna factura, suponga un paso adelante en tan difícil tarea. La razón principal es que, a pesar de haber hilvanado las romanzas y los dúos seleccionados con un hilo argumental, no se ha evitado la sensación de que estamos ante una antología musical, que en muy poco se diferencia de aquellas que José Tamayo paseó durante años por medio mundo. Hay, como en aquellas, más coreografía que dramaturgia. Si acaso, aquí, en aras de la extendida tendencia a actualizar todo lo que procede del pasado, la directora se ha permitido algunas licencias que, en tiempos de Tamayo, no hubieran sido bien aceptadas por el público. Aunque hay que advertir que los aires de modernidad son de escaso calado: se perciben en algunos detalles de la coreografía y, sobre todo, en el vestuario y comportamiento de los personajes masculinos. Así, Julián, luce un vestuario propio de deportista dominguero, aunque sus gestos imiten los desplantes de un torero, y Pepe, más próximo en su aspecto al típico jaque madrileño, se pasea por el escenario en bicicleta.

En opinión de este crítico, que se confiesa devoto de la zarzuela, el camino de la difícil recuperación de un teatro que no ha sido ni será renovado, no pasa por los recitales ni por las antologías, sino por las representaciones de obras completas sometidas a dramaturgias que las limpien del polvo acumulado sobre ellas. Algo así se viene haciendo, bien es cierto que no sin polémica, en el campo de la ópera. Con espectáculos como el que comentamos, grato de oír por las buenas voces de los cantantes y de ver por el excelente trabajo del cuerpo de baile, se puede recuperar un patrimonio musical de incalculable valor, pero no la zarzuela como género.


JERÓNIMO LÓPEZ MOZO
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TEATRO ALBÉNIZ
Teatro de la Comunidad de Madrid
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Tf. 91 531 83 11
Metro: Sol
Autobuses: 3,515,50,51,52,53,150
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Última actualización el Sábado, 08 de Mayo de 2010 06:34