La Gran Vía. Crítica. Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande.   
Martes, 06 de Abril de 2010 09:24

LA GRAN VÍA
UN BONITO Y SIMPATICO ESPECTACULO
QUE SUENA MUY BIEN

[2006-06-26]

El segundo programa de Ópera Cómica ha sido La Gran Vía. Título de sobras conocido y siempre en el repertorio.


LA GRAN VÍA
UN BONITO Y SIMPATICO ESPECTACULO
QUE SUENA MUY BIEN

Título: La Gran Vía
Libreto: Felipe Pérez González
Música: Federico Chueca y Joaquín Valverde
Escenografía: Ópera Cómica de Madrid
Realización de escenografía: Altamira
Vestuario: Mariana Mara
Realización de vestuario: Cornejo
Coreógrafo: Marco Berriel
Maquillaje y peluquería: Jesús Gil Bermúdez
Iluminación: Pedro Pablo Melendo
Realización de iluminación: Centro Cultural de la Villa
Jefe técnico: Alfonso Cogollo
Regidor: Alicia Velasco
Atrezzo: Mateos-Ópera Cómica
Sastrería: M. Teresa Becerro/Alejandro Carrasco
Coordinación Ensamble Instrumental Madrid: Andrés de Nevreze
Maestros repetidores: Juan Ignacio Martínez Ruiz/Celia Laguna
Coordinador de prensa: Alicia Rubio Martínez
Ayudante de Producción y Diseñador gráfico: Juan Fernando de Nevreze
Transporte: Isidro San Román
Sala de ensayos: El Progreso Musical
Producción: Ópera Cómica de Madrid
Producción ejecutuva: Concerto XXI
Director-gerente: Fernando Pobrete
Director: Francisco Matilla
Intérpretes:
Thais martín De la Guerra ( la Menegilda), Francesca Calero (el Eliseo),
Miguel Solá (el Caballero de Gracia), Ángel Walter (el paseante en corte),
Carmen Rossi (mamá - doña Virtudes), Juan Manuel Cifuenes
(el paleo, el rata, el comadrón, el niño, gas natural, y paleto),
Javier Ibarz (Prosperidad, petróleo, húsar, dependiente 3 y rata 3),
Carmen Arribas (calle de Sevilla, injurias, luz eléctrica, fuente taurina, zurda y dependiente 1ª)

Coro de Ópera Cómica de Madrid
Orquesta: Ensamble Instrumental de Madrid
Director musical: Wolfgang Izquierdo (días 26, 27, 28, 30 y 31 de junio),
Carlos Cuesta (días 1, 2, 3 y 4 de junio)

Duración: 1 hora y 35 minutos (incluido un intermedio)
Estreno en Madrid: Centro Cultural de la Villla de Madrid , 26–V-2006


El segundo programa de Ópera Cómica ha sido La Gran Vía. Título de sobras conocido y siempre en el repertorio. Siendo fiel a su espíritu de investigación, Ópera Cómica no se ha conformado con montar el libreto de siempre. La Gran Vía tras su éxito, circuló por todo el mundo y al subtitularse “Revista de actualidad”, se sintió en la obligación de actualizarse continuamente. Ello le llevó a añadir nuevos números, que unas veces utilizaban las mismas melodías y otras añadían nuevas composiciones. Recapitulando todo este material, la versión que se nos ofrece viene a durar una hora y media y trabaja sobre la edición crítica publicada en 1997 por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales de Madrid.


FELIPE PÉREZ GONZÁLEZ
con Los Ratas
(Autor del libreto de
La Gran Vía)
De entre lo añadido están la respuesta de Doña Virtudes al tango de la Menegilda, Pobre Chica con el Pobre Ama, que utiliza la misma melodía. El número tradicional de los marineritos es ahora el de las empleadas de un almacén de juguetes. Hay también algunos fraseos musicales: el patinaje de la alta sociedad y el número de los policías y los burócratas.

Tras el preludio a telón cerrado – recupera la forma tradicional del preludio sin visualizarlo con danzas o una historia sobre la escena -, sorprende favorablemente la concepción escenográfica: un espacio neutro de puntos luminosos cuando la luz incide de forma especial, para indicar el espacio no figurativo y simbólico de un Madrid como proyecto de una nueva ciudad. Una gran ventana alfondo se abre a colores diversos según el recorrido crítico de El paseante y el Caballero de Gracia. Al final a través de esa gran ventana contemplaremos la Gran Vía esperada. Pero esa Gran Vía será toda una sorpresa que hace soltar la carcajada y que no conviene desvelar.

Otro de los alicientes, desde el punto de vista plástico, es ofrecer un Madrid cosmopolita y no reducirse solamente al aspecto castizo, que también lo hay en algunas situaciones y personajes. Acierto al vestir al baile de El Eliseo – personaje simbólico - con un traje masculino de fantasía al estilo cabaret, en vez de recurrir al traje de mangas de farol y el mantoncillo. El casticismo lo pone en las parejas. Igualmente sucede con la variedad de vestuario más cosmopolita en el número de Los Ratas, así como en los viandantes que visten de forma variopinta, pero no reduciéndose al trillado vestuario. Todo ello da una visión de un Madrid como ciudad abierta a la modernidad de principio del siglo XX que va a venir.

Como viene siendo habitual en esta compañía se cuida con especial esmero la parte musical. Caben destacar, prácticamente, todos los solistas. Miguel Sola compone bien un Caballero de Gracia, tanto en la parte musical como en la interpretativa. Francesca Calero, como El Eliseo, destaca por su melodiosa voz y su talante interpretativo con ciertos toques de personaje de showman de cabaret. Thais De la Guerra, su voz pastosa, compone bien una castiza Menegilda. Juan Manuel Cifuentes (D. Hilarión en la versión que ha montado este año el Teatro de la Zarzuela de La Verbena de la Paloma y el Sancho Panza de El Hombre de la Mancha) – desdoblado en múltiples papeles – posee una gran versatilidad interpretativa, amen de su voz. Parabienes también para el coro.

Punto aparte, en la parte musical, es la veterana y siempre eficaz como actriz Carmen Rossi. Interpreta a Doña Virtudes y le endilgan la partitura de Pobre Ama, con la melodía del Pobre Chica. Su voz, cuando se sube al terreno musical, nada tiene que ver con el resto de los cantantes. Por lo general este tipo de personajes – los característicos – los interpretaban las cantantes de una cierta edad, en las que la voz comenzaba a declinar. En Carmen Rossi no ha declinado, porque su menester no ha sido cantante de zarzuela, sino actriz del llamado teatro de prosa, aunque intervino en la versión de José Luis Alonso de El Dúo de la Africana en el Teatro de la Zarzuela. Pero no importa porque con su simpatía, veteranía y habilidad nos deleita con un Pobre Ama que han adaptado a su tesitura. Como contrapartida su texto se entiende perfectamente, lo cual no es habitual en las voces belcantistas.

Toda la obra está muy bien movida y se consigue un buen ritmo así como el crear situaciones de una gran simpatía, apartándose de los caminos de toda la vida.

Hay, no obstante, algo que se me escapa: el número inicial de la salida de las calles y plazas en manifestación. Se ha cambiado por una especie de colegio de chicas, bajo el mando de una monja con la banda de la “Orden Callejero”. No se ve la razón de este cambio, sobre todo porque no queda claro la tradicional manifestación de las calles y las plazas. Imagino que se ha querido decir otra cosa, que desconozco.’

En conjunto es un simpático y bonitos espectáculo que suena muy bien.


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande


Centro Cultural de la Villa de Madrid
Directora: Mora Apreda
Pz/ de Colón, s/n
28001 - Madrid
Metro: Colón, Serrano
Bus: 5/14/27/45/21/53/150/1/9/19/51/74
RENFE: cercanías.
Email: Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

 

Última actualización el Jueves, 06 de Mayo de 2010 18:42