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SÓCRATES
JUICIO Y MUERTE DE UN CIUDDANO
EN SOLFA UNA DEMOCRACIA PERVERTIDA
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| FOTO: DAVID RUANO |
Mérida y luego gira por España, llega Sócrates. Juicio y muerte de un ciudadano, cuya autoría textual es de Mario Gas y Alberto Iglesias. Es texto inédito a partir de la obra de Platón, Diógenes Laercio y aportación propia. Se trata de una coproducción de FOCUS con el Festival Greck y el Festival de Mérida.
La primera idea nace de un proyecto previo como es la colaboración de FOCUS con Mario Gas, tras la continua colaboración con él. El primer proyecto es Tragedia en colaboración con Mérida y el Greck. Tras una posibilidad de hacer algo sobre Séneca, el director del Teatro Romea y FOCUS salta el hacerlo sobre Sócrates. Posteriormente se piensa que tras Mérida pueda ir a teatros cerrados y se adapta para ese tipo de locales.
EL ENFRENTAMIENTO ENTRE UN SER
QUE BUSCA LA VERDAD Y UNA DEMOCRACIA
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MARIO GAS
FOTO: www.madridteatro.net |
Por parte de Mario Gas existe una gran satisfacción hacia el espectáculo, tanto por parte del texto como por parte de los siete actores.
- Es un texto que intenta profundizar en el juicio, de ahí el subtítulo Juicio y muerte de un ciudadano, poniendo en evidencia el enfrentamiento entre un ser que busca la verdad y una democracia que cada vez tiene menos de democracia y sólo es un nombre. No es una obra sobre la filosofía de lo que otros decían que decía Sócrates, ya que no escribió nada. Se fundamente en el momento en que uno de los ciudadanos más ejemplares es acusado y de algún modo condenado a morir. Me parece interesante en sí mismo la reflexión de este padre de la filosofía moral, y suficientemente interesante hablar desde ahora y unir esta anécdota vital que pertenece al pasado histórico, pero que podemos trasladar a conductas muy habituales de nuestro presente más rabioso.
En el año 399 (a.Xto.) un jurado popular condenó a Sócrates a la muerte por cicuta y, aunque una iniciativa liderada por su discípulo más conocido, Platón, intentase liberarlo, él mismo se negó y decidió cumplir con la sentencia que le había sido impuesta. Suya es una de las frases más conocidas de la historia de la filosofía, “Yo sólo sé que no sé nada”. Un aforismo que se repite hoy en día, 2.500 años después. Sócrates, el brillante pensador de la antigua Grecia, después de denunciar la corrupción en su ciudad natal, Atenas, y el excesivo peso moral que generaba la religión de la época, fue condenado a muerte.
SU MUERTE, UNA DE LAS MÁS FAMOSAS DE LA HISTORIA
- Sócrates está considerado el padre del pensamiento occidental. Él, un sabio que no quiso escribir sus pensamientos porque consideraba que todo el mundo debía desarrollar los suyos, fue el autor de aquella irónica expresión con la que la humanidad reconoce hoy su ignorancia: "Sólo sé que no sé nada". Sócrates será juzgado y condenado tras haber denunciado la corrupción en Atenas y haber advertido sobre el papel supersticioso y manipulador de la religión oficial. Acusado de despreciar a los dioses y corromper a la juventud, se negó a huir - como le proponían sus discípulos - cuando fue condenado a ingerir una copa de cicuta. Y su muerte se convirtió en una de las más famosas de la historia.
UN LARGO PROCESO DE ESCRITURA.
UN COCIDO QUE RESULTA UNA REALIDAD NUEVA
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JOSÉ MARÍA POU / CARLES CANUT
FOTO: DAVID RUANO |
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El proceso de escritura fue largo. Mario Gas en El largo viaje hacia la noche (CLIKEAR) compartió con Alberto Iglesias, también intérprete de esa obra, muchas horas y ello dio pie a que le pidiera su colaboración para escribir Sócrates. Se eligió el reparto, pero el texto llegó un día antes de que empezaran los ensayos, con lo cual generó cierto nerviosismo entre los actores, que terminó
- cuando al leer el texto vimos que sonaba bien. Los primeros días hicimos unos recortes textuales para condensarlo y situarlo, pues un texto teatral hasta que no se oyen en boca de los actores no existe, y hasta hoy en el Matadero. Dos veces en Barcelona, en el Greck pero en el Romea y luego inicio de temporada; Mérida y luego una larguísima gira por España, donde nos ha sorprendido gratamente la gran asistencia de público y su recepción entusiasta, así como el nivel de silencio para escuchar las palabras de todos los personajes - añade Mario Gas.
Lo que se llama aportación personal al escribir el texto Mario Gas lo clarifica con un ejemplo culinario:
- Coges unos garbanzos, una butifarra negra, una butifarra blanca, y le metes tocino y carne mechada que son ingredientes estupendos y los metes en una olla. Haces un potofé o un cocido que teniendo todos esos ingredientes resulta una realidad nueva. Eso es lo que hemos hecho con esta función: apoyarnos mucho en la fuentes, y sobre eso hemos acabado de configurar cómo, qué, dónde, cuándo e incluso textualmente a nivel de redacción en cuanto que están reelaborados los textos originales. Por respeto leímos la versión de Enrique LLobet que hizo sobre Sócrates para Adolfo Marsillach, pero nuestro Sócrates es nuestro y de Platón y Diógenes Laercio. Es lo que defendía Brecht y es lo que hizo durante toda su carrera. Hay absolutamente veracidad de los autores citados, y, al mismo, tiempo, es una obra profundamente nuestra en cuanto la intencionalidad, expresión y desarrollo.
SÓCRATES CIUDADANO DE UNA DEMOCRACIA
MÁS QUE UN FILÓSOFO
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JOSÉ MARÍA POU
FOTO: www.madridteatro.net |
Quien da vida a Sócrates es José María Pou. Es la segunda vez que pisa el Matadero. con anterioridad fue con Tierra de nadie de Harold Pinter, del que tiene un inolvidable recuerdo. Para él
- Sócrates es uno de esos personajes que uno piensa que nunca va a llegar a interpretar, pues no es un personaje teatral en sí. Ha sido muy pocas veces materia de teatro. En la memoria de muchos está el Sócrates de Marsillach en 1972 - un texto de Enrique Llovet a partir de los Diálogos de Platón -, y no ha habido nada más porque un aspira, como actor, a hacer El Rey Lear, Edipo, Agamenón o el Próspero de La tempestad pero no a Sócrates, por no ser materia teatral. Cuando me llegó la propuesta de Mario lo que más me convenció fue de que fuera un espectáculo dirigido y concebido por Mario Gas y Alberto Iglesias. Es un espectáculo muy personal de Mario. Con esa confianza entré en el espectáculo y me metí en la piel de Sócrates.
José María Pou destaca algo fundamental en el espectáculo
- lo que subrayado Mario: Juicio y muerte de un ciudadano. Esa es la pista para conectar directamente con el público. Se habla mucho más de Sócrates como ciudadano de una democracia, como cualquiera de nosotros, que del Sócrates filósofo, propio de las Universidades.
YA QUISIERAN MUCHOS POLÍTICOS
TENER CADA DÍA LA AUDIENCIA QUE TENEMOS
El interpretar a este personaje lo califica de lotería.
- Soy inmensamente feliz como hace mucho tiempo no lo era, interpretando a un personaje. Soy feliz con todos los que he podido hace y me considero un afortunado con el repertorio que he podido hacer, pero desde el Rey Lear no disfrutaba tanto en un escenario como con este Sócrates. Esto se puede entender con las cuatro frases que dice al minuto de aparecer en escena: "Mi nombre es Sócrates, y he sido juzgado y condenado a muerte por la misma democracia en la que creo o creía, pues en demasiadas ocasiones esta es violada, sofocada, perturbada, aniquilada, pervertida por sus propios actores, , los demócratas o por algunos de los que dicen creer en la democracia, o se autoproclaman demócratas. Corrupción, ocultación, partitocracia". Algo muy antiguo. No hay que olvidar que estamos en el año 339 a. de Cto. Poder decir esto encima de un escenario es un privilegio. Ya quisieran muchos políticos tener cada día la audiencia que tenemos nosotros y llenar los teatros como los llenamos con esto. Desde esas palabras han viajado al patio de butacas, en milésimas, 2.400 años, y el público las recibe como si estuvieran escritas y dichas para ser recibidas ahora. Así, mientras Sócrates reflexiona sobre su pervertida democracia, nosotros, desde el público, hace que reflexionemos acerca de la nuestra. En el momento político que estamos viviendo el espectáculo viene como anillo al dedo. Cada persona y cada día, las personas encontrarán alguna frase o motivo de lo que se dicen en escena, una relación con la situación actual.
JANTIPA, FUNDAMENAL EN LA VIDA DE SÓCRATES
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ALBERTO IGLESIAS
FOTOS: www.madridteatro.net |
AMPARO PAMPLONA
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En total los que dan vida a los personajes son seis hombres y un mujer interpretada por Amparo Pamplona, que encarna a Jantipa, la mujer de Sócrates. Como actriz, es la primera vez que trabaja en el Matadero, lo cual le hace feliz, así como por su propio personaje al que describe como
- la parte femenina que todo lleva a su lado y con carácter reivindicativo. Históricamente parece ser que era una mujer muy desagradable, muy agria que se llevaba muy mal con Sócrates. En la función se explica el porqué de este carácter agrio de esta mujer.
El personaje de Jantipa ha sido construido a través de ciertos datos sueltos. Según Mario
- Es parte fundamental en la vida de Sócrates. Por una parte es una mujer que vive la vida doméstica de alguien que se dedica a ir por calles y plazas preguntando a la gente, para intentar descubrir la verdad, y descuida, de algún modo, la economía doméstica y familiar, lo que hace difícil es salir adelante económicamente. Al mismo tiempo la cercanía, admiración y cariño por ese hombre que hace lo que hace y responde también ante situaciones conflictivas con los hijos, con lo cual es una explicación de ella misma y del entorno más íntimo de Sócrates, par mejor conocer todo el perímetro y densidad de la acción doméstica de Sócrates. No es un personaje ni a favor ni en contra. Es una cara más del poliedro que es Sócrates.
COSAS IMPORTANTES PARA SER ESCUCHADAS
Alberto Iglesias además de intervenir como autor en comandita con Mario Gas, es también interprete en la función. Siente que es un privilegio y un placer poder hacer un espectáculo como éste porque
- dice cosas importantes para ser escuchadas, reflexionadas y sentidas.
Gillem Motos y junto a Ramón Pujol interpreta a uno de los discípulos de Sócrates. Es la primera vez que actúa en el Matadero y se siente "encantado de la vida". Por su parte Ramón Pujol es la segunda vez que pisa el Matadero, ya que intervino con el Pinter, Tierra de nadie, junto a José María Pou. Para él
- estar en Mérida, trabajar con Mario Gas son como "tops" en o la carrera de un actor, y poderlos conseguir está muy bien. Es un espectáculo muy vigente y que hace pensar a la gente. Además hacerlo desde un espacio como es el teatro, donde ocurren cosas similares a lo que ocurre en la política, el poder meter mano muy a menudo, y llevarlo a reflexión es muy importante.
MI PERSONAJE UN MEDIOCRE
QUE SE METE EN EL LÍO
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CARLES CANUT
FOTOS: www.madridteatro.net |
PEP MOLINA
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Pep Molina encarnará a uno de los contrincantes más acérrimos de Sócrates. Estar en Madrid se siente como estar en casa y desvela estar
- muy contento porque, después de 40 años, creo que es la primea vez que Mario no me ha hecho prueba para el personaje, y se supone que me lo saco. Es un personaje muy interesante dentro del contexto de la obra, porque es un poeta muy malo que ha pasado a la historia, simplemente, por ser el hombre que ha acusado a Sócrates. No sabemos nada de lo que escribió. Es el mediocre que en un momento determinado se mete en el lío utilizado por el poder y hay un momento en que hay una reflexión sobre lo que está haciendo, pero no puede dar marcha atrás, porque ya está metido en el lío. Esto creo que es, también, bastante actual.
EL TEATRO HA DE SER SIEMPRE CONTEMPORÁNEO
Es lugar común el que un autor es clásico cuando puede decir siempre algo a lo largo de los siglos. Mario Gas va más allá, pues par él
- cualquier tipo de texto, sea del siglo cuarenta antes de los griegos, sea del siglo XXI, que no hable o puedas reconducirlo para que hable de nosotros ahora y de nosotros ayer, hoy y siempre es de museo. El teatro ha de ser siempre contemporáneo, ya sea por la prontitud o cercanía de su escritura o porque el mensaje y cosas que pueda decir el texto ha pasado por encima de las épocas y sigue señalándonos diciendo: "Aún no hemos solucionado estos problemas".
CONVERTIR A SÓCRATES
EN UN PERSONAJE TEATRALJ
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GUILLEM MOTOS
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RAMÓN PUJOL
FOTOS: www.madridteatro.net |
José María Pou pone su atención en la alusión a Brecht que piensa está muy presente en el espectáculo, ya desde el primer momento con el extrañamiento del espectáculo.
- Los actores nos dirigimos directamente al público, con el cual la interacción es continua. Sin que el público se dé cuenta lo incorporamos al espectáculo, y lo convertimos en el público real de la Asamblea en el momento del juicio de Sócrates. Además la estructura del espectáculo, a través de diversos monólogos y diálogos entrelazados, tiene una estructura muy brechtiana y muy didáctica, pero lo más importante es que el resultado final del espectáculo es que invita al espectador a reflexionar sobre sí mismo con un hecho muy importante: Sócrates no es un gran texto del teatro clásico, no es un Edipo o una función escrita en la antigüedad. Es una función de teatro contemporánea que han escrito dos señores acerca de unos personajes y unos hechos que ocurrieron hace 2.400 años. Es curioso como el nombre de Sócrates coloca al público como si fuera un texto antiguo. En Mérida, por ejemplo, venía gente y decían:¡Qué bien! Representan Sócrates, hace mucho que no la he visto". Les suena a Medea, Edipo, Fedra…, les suena a gran título de de teatro clásico griega, lo cual es muy bueno. Uno de los mayores aciertos de este espectáculo está en convertir a Sócrates en personaje trágico teatral. A partir de ahora lo es, y con la publicación del texto es posible que alguien se anime a representarlo y forme parte de la tradición del teatro greco-latino que venimos representando.
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| FOTO: DAVID RUANO |
- Yo quisiera añadir - abunda Mario Gas - que lo que se entiende aquí por brechtianismo, no es un texto pesante, sino que los personajes se salen de sí mismos, para explicar las cosas y muestran el personaje que hacen con toda la variedad y matices de lo que ellos son capaces, y son muchos. También hay una visión muy humana a todos los niveles: la amistad, la relación conyugal, la propia conciencia de los acusadores que les está percutando y descubriendo los verdaderos motivos que los convierten en seres humanos débiles y contradictorios, el amor de los discípulos, la rabia de los acusadores, las sensaciones dobles y contradictorias de su mujer Jantipa. Penetramos también en la conversación de dos íntimos amigos de la infancia, Critón (Carlos Canut) y Sócrates, en sus despedida.
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