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El asno de oro. El Brujo. Entrevista PDF Imprimir E-mail
Escrito por José R. Díaz Sande   
Martes, 27 de Enero de 2015 10:04

EL ASNO DE ORO
EL LAZARILLO DE TORMES ROMANO

asno COLLAGE copia 
 

Vuelve Rafael Álvarez el Brujo con otro de sus monólogos El asno de oro, a partir del texto del novelista, escritor y orador Lucio Apuleyo (Madaura [actualmente Madaourouch, Argelia] 123/5 - 180 d. de Cto), un bereber muy romanizado.

DEL NEGRO AL BLANCO

Ese asno de oro se presenta ante el público en frac blanco y unas puntiagudas orejas de burro. La razón del blanco es

  • porque siempre en los anteriores espectáculos he ido de negro - trivializa Rafael, más allá de una pretencioso interpretación semiológica profunda. No sabía qué color y dije de blanco. Además tiene relación con el mundo de los Misterios antiguos de Eleusis. Además en el Teatro Romano de Mérida con una alfombra roja y la iluminación de Miguel Ángel Camacho con las columnas yo me vi de blanco, común frac blanco saliendo por ahí... Darío Fo vino a Mérida, yo no lo vi, y salió con un traje blanco. Yo tenía unos 16 años menos, y me dije " en algún momento yo puedo salir en Mérida de blanco".  Darío Fo es otro maestro del que yo he chupado muchísima rueda. Los videos de Darío los he visto una y otra vez. Incluso, en roma, me acerqué una vez y le dije "Maestro..." y me echó la bendición y me dijo "Va bene, va bene" y me indicó que me marchara. "¡Déjame ya!" Iba detrás de él como muy pesado. Él solo miraba a mi esposa. la enseñanza le traía sin cuidado. Comíamos juntos, hasta que me di cuenta que la predilección que tenía por el discípulo español era evidente.
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RAFAEL ÁLVAREZ, EL BRUJO
FOTO: PRODUCTORA

EL HOMBRE NO HA CAMBIADO PARA NADA

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  ALBERT BOADELLA
FOTO: www.madridteawtro.net

Albert Boadella - director artístico de los Teatros del Canal - reconoce en la personalidad de Rafael Álvarez, el Brujo, como alguien que no se ha dejado seducir por cantos de sirena en esto del teatro.

  • Ha insistido en una forma de teatro en la línea de la tradición, y de la tradición de sí mismo. Es la manera más rigurosa de trabajar por parte de los artistas. Rafael siempre nos lleva con una mirada a partir del pasado, con una visión contemporánea. Lo hace porque el hombre no ha cambiado para nada. Lo he dicho muchas veces, pero lo vuelvo a repetir. Un romano de la época imperial en tres meses se entendería perfectamente con los parquímetros de Madrid. Estaría entre nosotros y no lo reconoceríamos como romano de la época imperial. Ha cambiando el entorno y los descubrimientos científicos han hecho cambios muy importantes en nuestra sociedad, o el cambio fundamental de la mujer, eso sí que ha sido un cambio. Con respecto a mi generación, ha habido un cambio importante. Es menos romántico, pero ¡qué le vamos a hacer! Como soy viejo tengo que decir esto, pero son cosas de "ga-ga". La realidad de Rafael, es que, a partir de estas incursiones del pasado, lo revive y nos lo coloca ante los ojos.

LOS CÓMICOS Y LOS CURAS:
LOS AUTÉNTICOS DECENDIENTES
DE LOS BRUJOS

Rafael Álvarez ha incorporado a su nombre la calificación de El Brujo

  • Lo que me pregunto es ¿por qué te llaman Brujo? ¿Te lo pusiste?
  • Me lo pusieron, pero yo lo incorporé al cartel. Me lo puso un compañero - precisa Rafael Álvarez
  • Esta muy bien pensado - continúa Albert -, pues nosotros somos los auténticos descendientes de los Brujos de la tribu. Nuestros más primitivos signos de nuestro gremio, nuestra profesión, era el Brujo de la tribu. Luego hay una separación, porque el colectivo le da forma a los fenómenos incomprensibles del exterior, y también está la terapia pública. Lo hemos mantenido. Lo que sucede es que con respecto a los fenómenos exteriores hay potro gremio, los curas, diríamos, que se han dedicado a dar explicación de lo que es el fenómeno exterior intangible, lo que de alguna manera sería la ficción. Cómicos y curas somos del mismo gremio, porque somos moralistas como los curas. Lo que sucede es que los cómicos nos hemos dedicado a cuestionar la realidad de lo que sucede entre los hombres y a veces la mística, pero a partir de esta realidad. Incluso, a veces, hemos tenido competencias serias y parte de los castigos que el mundo de la religión nos han infligido durante la historia, e debe a la competencia. Ellos estaban más cercanos al poder, y eran más potentes que nosotros. Ahora más bien seríamos nosotros lo que tendríamos que asesorarlos: "hagan el favor de recuperar el latín de una puñetera vez, porque decir "Así sea" no es lo mismo que decir "Amén"... Les podríamos ayudar mucho. Pienso que la intervención nuestra en el Vaticano, aparte de que disfrutaríamos una barbaridad ,sería transcendental, no sólo porque sería un Gran Ceremonial, sino  por la Fe. Creo que la gente tendría más Fe si hubiera una intervención de los Brujos. Los auténticos Brujos. Por eso me gusta mucho llamar Brujo, por este sentido que me recuerda estos inicios ancestrales, remotos de lo que es la esencia de nuestra profesión.  Cuando lo veo es como ver una reencarnación de hace unos siglos. Cuando estás en escena piensas que estás encarnado de no sé que comediante del siglo de Oro español. Hay algo ligado profundamente a nuestra profesión: es el actor que se encara a los demás y es capaz de captar directamente al espectador y por lo tanto dialogar en ciertos momentos de una forma activa y no aplicar siempre el mismo método. Es como los grandes artistas de la música, que deja algunos momentos libres en la partitura. Momentos de libertad para el canto. Y Rafael tiene, también, este mérito. Acabo aquí, porque vas a pensar que te hago la pelota, pero no. Es absolutamente sentido y real.  Un placer volverlo a tener aquí en la Sala Verde, que a él también le gusta.

ALBERT SIEMPRE ES
CHICANTE, PUNZANTE, IRÓNICO

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RAFAÉL ÁLVAREZ, EL BRUJO
FOTO: www.madridteatro.net
 

Rafael Álvarez, el Brujo recuerda que

  • oyendo a Albert, tanto en esta ocasión como en la otra, como en una intervención que le pidieron para un programa de televisión o incluso viéndole la presentación de la programación de la totalidad de la temporada de hace dos o tres años, hay una cosa con la que la gente se ríe y yo también, por el impacto irónico de la puesta en escena de su discurso. Siempre es chocante, punzante, incisivo que eso viene de Ells Jogars: esa cosa aparentemente lacerante sobre el mundo convencional, pero  simultáneamente hay otra lectura que percibo y es que todo lo que dice es verdad. Hay otros cómicos más jóvenes  o de otras escuelas, dicen solamente el aspecto chocante, el aspecto externo o provocador del discurso, el aparato provocador y más llamativa de su puesta en escena, pero como no tienen discurso, es sólo la puesta en escena. En el caso de Albert, hay las dos lecturas. Yo siempre le escucho atentamente, porque debajo de ese cachondeo, en el que no sabes si, en un momento, va a saltar algo  decisivamente rompedor. Siempre hay una lección. El día que presentó la programación de la temporada, habló de la similitud del teatro con un niño que acaba de nacer: llora y es el canto, patalea y es la danza y hace como que llora y eso es el teatro. La gente se descojonaba allí, porque lo decía de una manera irónica, de una manera cachonda, y un poco como si nos estuviera tomando el pelo a todos los que hacemos teatro, empezando por él mismo, pero estaba diciendo una verdad.

ME GUSTA INDAGAR EN
LAS ZONAS OCULTAS DEL PSIQUISMO
DEL SER HUMANO

A través de todo este mundo irónico El Brujo pretende indagar en

  • una verdad que siento íntimamente, sino porque creo que el teatro tiene esa dimensión que es en la que me gusta indagar: tocar zonas ocultas del psiquismo  del ser humano. Zonas que no por estar ocultas son menos reales. Son zonas del psiquismo que no están expuestas al "se compra,  se vende", sino que son zonas del psiquismo y son vetas más profundas de la mina. Si las expusieras de una manera dogmática, pedante serías un cura. Lo que nos diferencia es que hablamos de eso, pero cuestionándolo al mismo tiempo. Por lo tanto nos instalamos dentro de un pensamiento paradójico, que era de los griegos: "sí, pero no; blanco y negro" al mismo tiempo. Salimos del dogmatismo, y entramos en la katarsis  orgiástico del teatro que nos gusta a Albert y a mí, que es ceremonial. La ceremonia no es solamente poner las velas, sino que es cachondearse de las velas, al mismo tiempo que las pones con absoluto respeto. Entonces es importantísimo el latín: ¡claro que sí!  Como que yo empiezo la obra con una tirada de los versos de la Eneida, en latín. ¿Dónde puedo permitirme el lujo de recitara Virgilio en latín? En los Teatros del Canal, es el único sitio, porque en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, en el Centro Dramático Nacional, en el Teatro Alcázar, por diferentes razones en cada sitio me iba a costar más. Lo iba a hacer. En el Alcázar con el IVA no te digo lo que hubiera sido recitar a Virgilio en latín.

INICIO CON UNA CITA DE VIRGILIO EN LATÍN

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  RAFAÉL ÁLVAREZ, EL BRUJO
FOTO: www.madridteatro.net

El que se inicia El asno de oro con una cita en latín va más allá de una erudición o un esnobismo. La razón es

  • porque la obra está relacionada con los Misterios que El asno de oro  es un relato mistérico, que viene de la antigua tradición oral egipcia de los Misterios de Hermes, los Misterios de Isis, que luego pasan al mundo helénico: los Misterios de Eleusis, que están en relación con el origen de la tragedia, o sea del teatro. Es la historia de un hombre que se convierte en burro ¡qué curioso! Es una cosa que está ocurriendo y tiene una lectura hacia esa zona del psiquismo humano de la que hablaba antes: el hombre es burro porque tiene una dimensión de naturaleza inferior sobre la que trabajar y  ¿cómo recobra su forma humana? Comiendo rosas, según el relato.  Le dice la chica que le da el brebaje, que comiendo rosas volverá a recuperar su condición humana. O sea alimentándose de la belleza. Por lo tanto ahí está el tema de lo que yo estoy viendo ahora de las nuevas generaciones. El otro día hablaba con el Iluminador que tiene 60 años como nosotros y observábamos que la generación de artistas teatros que tienen entre 40 y 48 años compiten con nosotros. Así como nosotros teníamos una reverencia hacia los mayores, Peter Brook, Marsillach, Fernán Gómez, ...  los estudiábamos y tal. Estos pasan de nosotros olímpicamente - ríe - y compiten. "Quítate tú ya que llevas mucho tiempo, para ponerme yo". En cambio la generación de veintitantos  esos no. Es la de una de mis hijas, que está en los 28, y la otra no. Y lo noto en la relación conmigo. Entonces hay una relación entre jóvenes y los otros que están en la mitad, que son los de Podemos. He venido justo a donde quería llegar: El asno de oro y Podemos. Es decir, el hombre hasta que no se da cuenta de que es un asno no llega, y éstos no se han dado cuenta, todavía, de que son tan asnos como Bárcenas, porque la verdadera terapia consiste en la aceptación de la sombra. Es decir, todos llevamos dentro a Aznar. Todos llevamos dentro a Wylly Toledo. Entonces lo que tenemos que hacer es la síntesis armónica de esos dos disparates. Por lo tanto el teatro, realmente, es  un instrumento inmejorable para esa labor terapéutica, porque esa gente no habla en absoluto del mundo de la cultura. Veía a Felipe González discutir en los debates, pero era un pedagogo, reflexionaba. Entonces estabas viendo a un señor con una opción política de un partido, que transciende con su discurso la Bandera y entra en la zona del conocimiento. Ahora veo muchos debates, tanto de la derecha como de la izquierda que reflejan un ambiente que hay en el psiquismo colectivo, que es el de un papagayo, imagino, conectado a un ordenador. El ordenador pasa información y el papagayo la repite sistemáticamente sin saber lo que dice, pero con una habilidad espantosa increíble para tapar al otro y discutir lo del otro. Entonces cuando se habla como hemos hablado ahora, se para ese mecanismo de la mente que funciona en ese registro, y se entra en una ironía que es la que persigo. Es una ironía que ilumine, también, esa zona psíquica oculta. De esto trata El asno de oro.

El asno de oro es un relato en el que el hombre cobra de nuevo su forma humana, después de haber asimilado la lección por haberse visto en la piel del asno.

  • No es un asno, es un asno iluminado, de oro, que era el símbolo de la luz en los antiguos Misterios de Helénicos y Egipcios.
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FOTO: PRODUCTORA

PARA MÍ HACER UNA VERSIÓN TEATRAL
ES RELATIVAMENTE FÁCIL

Rafael Álvarez el Brujo la ha concebido teatralmente, y afirma que

  • para mí hacer una versión teatral es relativamente fácil, porque lo pienso como algo que tengo que hacer delante del público. Cojo la novela, imagino que el público está ahí y le tengo que leer la novela. Expurgo: está página sí, esta no, esta sí, esta no.... Ésta, pero contándolo de otra forma. Esto más resumido...y ya está. Hago un resumen y lo paso con mis ayudantes y veo la duración. si dura más de una hora y tres cuartos, digo esto sí, esto no... El caso es que no debe durar seis horas que es lo que dura la novela leída. Se pierden muchas cosas interesantes, curiosas, sugerentes como por ejemplo la visita de Lucio a un jardín donde florece el esoterismo helénico, porque se ha diseñado el jardín con una serie de esculturas de los dioses, que están en posiciones que revelan conocimiento antiguo y tal... Eso no lo puedes explicar Navalmoral de la Mata.  Puedes sintetizar todo eso con un golpe de risa, y el psiquismo  del espectador de Navalmoral de la Mata  sí lo recibe, porque el psiquismo ese oculto es el mismo el de Carlos Gustavo, que el del Boadella, que el de Vargas-Llosa, aunque el de Vargas-Llosa parezca deslumbrante o el otro Premio Nobel.
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  RAFAÉL ÁLVAREZ, EL BRUJO
FOTO: www.madridteatro.net

En la narración van apareciendo diversos personajes que el Brujo mimetiza. El esquema es el de siempre confirma.

No me preocupo mucho de hacerlo de forma diferente, porque no hay forma diferente de hacerlo ni yo la iba a encontrar. Tengo que hacer esto como lo otro, pero hacer esto. A veces me dicen: "Se repite" ¡Cóño! y ¿los actores no se repiten? Un día hacen Hamlet , Rey Lear...

Shakespeare se repetía - interrumpe Albert Boadella.

  • y Charlot. El caso es hacerlo de una manera que al público le llegue el arista, el conocimiento, la sustancia y el alimento energético que provee el relato. Esa zonas en que no se dice nada, pero se sugiere, que es donde está esa energía que fluye.              

ME INTERESA MUCHO
LA ZONA OCULTA DEL PSIQUISMO

Uno de los temas queridos por el Brujo es el misticismo, y en él está metido con una espectáculo sobre Santa Teresa. El asno de oro, según él, no se despega mucho de ese entorno porque

me interesa mucho la zona oculta del psiquismo. Pienso que ese es el negocio de la personalidad humana. En el psiquismo es lo interesante y no en lo aparente. Decían que Chejov estaba escuchando a alguien y mirando atentamente y casi absorto. Lo que estaba viendo era el entramado del discurso, los gestos, la personalidad de quien tenía delante. Se dicen cosas chocantes y de una manera teatral como un Juglar, un cómico provocador, ingenioso, pero debajo hay un discurso. Hay muchas horas de trabajo, de investigación, de reflexión, de estudio, de lectura. Si uno oyera un Albert Boadella serio, sería un Cardenal de la Curia.

ALUSIÓN A PERSONAJES PÚBLICOS
ES ABONAR EL TERRENO

Una de las constantes de las obras de El Brujo es la alusión a personajes de la actualidad. Aquí también.

  • Aparecen en un comentario sobre la marcha. Intencionado, claro está. Eso provoca inmediatamente una reacción en el público que lo predispone para que después puedas soltar una frase. Es abonar el terreno y ponerte a la altura del auditorio. Es estar en el día a día, en el pequeño Nicolás..., lo que cada día sucede. Unas declaraciones chocantes de un personaje. Eso solamente el primer paso para que el espectador baje la guardia y diga:"¡Ah! es como nosotros. Está en la misma tontería". Ahí es donde puedes entrar recitando un fragmento, una tirada de verso. En ese sentido lo utilizo constantemente, porque claramente tenemos que captar al público, agradarlo, complacerlo, hacerle reír, magnetizarlo, seducirlo y para eso  hablar de cosas que están pasando es básico y funciona muy bien. Dependo mucho del público. Quiero agradarle. Con los años me contengo, pero lo que me han criticado, y no me quiero corregir, es el ser esclavo de los deseos del público. Complacerle, no quiero escupirle. Eso ya lo hacen la Fura dels Baus... Quiero que vayan a ver la Fura dels Baus, y salgan muy mal y vengan a mí a buscar un poco de bálsamo.

En proyecto está tratar la figura de Santa Teresa de Jesús.

  • Lo de Santa Teresa de Jesús forma también parte de ese psiquismo de la zona oculta, la meditación, el misticismo. El otro espectáculo sobre San Juan de la Cruz, La luz oscura de la fe, que ya se estrenó, y este de Santa Teresa  como es el Centenario, dije "ahora o nunca", como Mario Vaquerizo - risas -. Si hubiera dicho  solo "ahora o nunca" la frase no hubiera tenido la misma pegada. 

Más información
    
El asno de oro. R. Álvarez, El Brujo
 
   http://www.teatroscanal.com/espectaculo/el-asno-de-oro-el-brujo-teatro/

José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

 

 

 

Última actualización el Miércoles, 11 de Febrero de 2015 08:15
 
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