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Entremeses Barrocos. T. Clásico. Entrevista PDF Imprimir E-mail
Escrito por José R. Díaz Sande   
Viernes, 06 de Mayo de 2011 15:46

 

ENTREMESES BARROCOS

UN VIAJE EN EL TIEMPO

 

 

 

Los entremeses teatrales son difíciles de encajar en las programaciones del mundo de hoy. Nacieron para servir de “paso” entre un acto y otro, y hoy esto ya no se estila. Y dentro de los entremeses los más socorridos han sido los de Miguel de Cervantes. La Compañía Nacional de Teatro Clásico ya se comprometió con los de Ramón de la Cruz bajo la dirección de Ernesto Caballero (CLIKEAR) y tuvieron que volver una segunda temporada. Ahora vuelve al intento con otros más insólitos: los entremeses barrocos nacidos de la pluma de Calderón de la Barca, Bernardo de Quirós y Agustín Moreto.

 

UN ESPECTÁCULO DE LO MÁS ESPERADO

POR LA COMPAÑÍA

 

EDUARDO VASCO
FOTO: CNTC

Para Eduardo Vasco – director de la Compañía y ya con el pie puesto en el estribo para dejar la dirección – este espectáculo es

 

·         ..de los más esperado para nosotros. Surge por necesidad cada cierto tiempo y se vienen dando desde la Edad Media. Cada época ha encontrado su reflejo específico en las formas dramáticas del teatro y constituye el envés de lo establecido o lo correcto, la espita por donde solían escaparse las contradicciones que contenía la sociedad que generaba la fiesta teatral. Es un tipo de teatro muy efectivo, aunque no se hace, a lo largo del siglo XX, mucho. El esfuerzo de la crítica especializada ha sido fundamental para sacar de las profundidades del repertorio no sólo las obras, sino también el contexto en el que se escribían y representaban, dejando en evidencia una historia demasiado contundente para ser ignorada. La gran cantidad de ellos que se escribieron y representaron en su época nos da idea de la importancia que los autores barrocos concedían a este género dentro de la producción teatral.

 

FIESTA BARROCA
MADRID CULTURAL, 1992

El recuperar a estos tres autores, olvidados en las estanterías, según Eduardo:

 

·         Nos pareció interesante, pues son el trasfondo de otras pequeñas piezas de teatro. En la historia de esta sede se han representado piezas breves de Calderón y de Quiñones insertadas en el espectáculo Fiesta Barroca, dirigido por Miguel Narros, con versión de Rafael Pérez Sierra en el Madrid Cultural 1992. También se presentaron una selección de los entremeses de Cervantes para el montaje Maravillas de Cervantes dirigido por Joan Font y en versión de Andrés Amorós en el año 2000, y los Cuatro sainetes de Ramón de la Cruz que dirigió Ernesto Caballero en 2006.   Personalmente me sirven como cierre de mi mandato en esta casa, en la que hemos creado dos compañías y la Compañía joven. Estos entremeses barrocos los hemos encomendado a cuatro directores que han estado vinculados a esta Compañía desde 2004. Es un bonito colofón y empleando el término taurino: “les damos la alternativa”.


AGUJA E HILO PARA COSER LOS ENTREMESES

 

 
 FOTO: CHICHO

Los cuatros directores han estado encardinados a la Compañía Nacional de Teatro Clásico como ayudantes de dirección y son son: Pilar ValencianoLos degollados (Calderón de la Barca) y entresijos segundo y tercero -; Elisa MarinasEl muerto, Eufrasia y Tronera (Bernardo de Quirós) y entresijo primero -; Aitana GalánEl Cortacaras (Agustín Moreto) y Mojiganga de los infiernos de Amor -; Héctor del SazEl toreador (Calderón de la Barca). La elección de los títulos los decidieron los mismos directores y Luis García-Araus  se han encargado de tomar aguja e hilo e hilvanarlos. Este menester es familiar a Luis ya que es dramaturgo, editor, adaptador y director.

 

·         Mi trabajo empezó una vez elegidos los Entremeses por los directores – declara Luis. El criterio de unión no era el de una simple sucesión, sino el crear un espectáculo unificado. Había que hilvanarlos y darles un sentido. Busqué el tema que podían tener en común y lo encontré en el “amor”, en sus diversas manifestaciones de celos, burlas, enredos de amor… Me dediqué a buscar una Mojiganga y otros entremeses, y encontré amores ridículos que eran un desvarío. Escribí un texto inspirado en la Mojiganga: Mojiganga de los Infiernos de Amor que sirve de introducción a los entremeses elegidos y marca la unión de ellos.

 

La Mojiganga consiste en un texto breve en verso. Es un género dramático menor del siglo de oro. Tiene una estructura cómica-burlesca y musical. Estaba destinado a los fines de fiesta y su tinte carnavalesco le marcaban su carácter de confusión y disparate. Hay dos tipos: unas de inspiración más popular y carnavalescas en las que, a veces, intervenían actores caracterizados como animales, y las dramáticas. Con el tiempo subió al escenario e invadió el espacio del entremés barroco. En el siglo de oro español llegará a ser la pieza dramática por excelencia y quienes la cultivaron, entre otros, fueron: Pedro Calderón de la Barca, Vicente Suárez de Deza, Francisco Monteser, Alonso de Ayala y Manuel de León Marchante, Francisco de Quevedo y Pedro de Quirós.

 

 
 CORRAL DE COMEDIAS, ALMAGRO

El engarce de uno con otro se hace mediante lo que se ha llamado Entresijo.

 

·         Los entresijos – continúa Luis-, están formados por fragmentos del
Entremés famoso del Paloteado de un ingenio de esta corte, del Entremés de don Terencio o del zapatero, atribuido tanto a Juan de Matos como a Fernando de Zárate y del Entremés de los putos de Jerónimo de Cáncer. Y se cierra el espectáculo con una reformulación del Baile de de los extravagantes de Franciso de Monteser.

 

Todo el conjunto, según Luis, mantiene un fuerte vínculo que en palabras del siglo de Oro son: Señoras y señores, aquestos entremeses van de amores.

 

·         Y ya se sabe - continúa Luis -, tratándose de amores, uno puede esperar las mayores afrentas y tropelías, las más disparatadas burlas, los más desesperados lances. Porque el amor nos engrandece y disparata, nos vuelve sumisos y déspotas, temerarios y ridículos. En el amor se encuentra lo mejor y lo peor del ser humano. Sin términos medios, que el entremés conserva la virtud de lo extremado.

 

El espectáculo tiene un enganche, según Luis, con el Cabaret o la Revista musical en cuanto que “los actores hablan al público e interactúan con ellos”. 

 

Estos entremeses barrocos se diferencian de los de Cervantes, según Luis, en cuanto que son en verso y escritos según el modelo de Quiñones de Benavente. La primera parte plantea la situación y en la segunda se resuelve. Por lo general al acción sucede en dos espacios diferentes. Otra diferencia, según Eduardo Vasco, es que estos entremeses subían a la escena de inmediato, mientras que los de Cervantes no.

 

Los entremeses ofrecidos son, prácticamente, desconocidos y ello se debe a que hay muchísimos y se han elegido los que están en las Antologías, donde Quiñones de Benavente es el centro. Otro de los aspectos que influyeron en su abandono es que el entorno cultural que presentan es zafio y tosco: los personajes se mueven por sus bajas pasiones, algo que es difícil de defender desde la Institución.

 

·         Vivimos de la Alta Literatura del siglo XIX – añade Eduardo Vasco -, y estos entremeses no lo son. Son bombas. Cuando hicimos la experiencia con Ernesto Caballero de presentar los entremeses de  Ramón de la Cruz, vimos que funcionaban en escena.

 

UN VERANO SABOREANDO ENTREMESES

 

 
 FOTO: CHICHHO

Pilar Valenciano se ha encargado de Los degollados de Calderón de la Barca y los Entresijos segundo y tercero.

 

·         Leí como una loca entremeses y nos reímos mucho – declara Pilar. Este verano tuve dieta de entremeses. Descubrí que había mucho material sin explotar y fue un hallazgo optimista para jóvenes directores. Quedaron fuera dos que había escogido: Getafe de Hurtado de Mendoza y Buscones de Madrid. Me decanté por Los Degollados de Calderón, pues es una obra que va de cuernos y se relaciona, desde otra perspectiva, con los dramas de honor de Calderón. Se salva al marido cornudo, el cual perdona la vida a su mujer.  Es un zoquete con capacidad de perdonar. Me sorprende que uno de los autores tan denostados, al ser acusado de nacionalcatolicismo, tenga este matiz y lo pueda presentar al público.

 

JUAN RANA
EL CANTO DE LA RANA
MANUEL FERNÁNDEZ NIEVES
como JUAN RANA

Héctor del Saz se ha liado con El Toreador que, según Eduardo Vasco, es “un Calderón totalmente desconocido”.

 

·         El personaje es Juan Rana, muy popular y emblemático hasta el punto de que aparece en 70 textos cortos – recuerda Héctor. Es una figura entrañable y de relevancia en la historia teatral del siglo de oro. El actor de aquella época fue Cosme Pérez que tuvo larga vida y el que más lo representó. Juan Rana era un personaje del que se decía que no era “ni carne ni pescado” para aludir a su ambigüedad sexual, que expresaba mediante gestos y emociones con las que jugaba a la mencionada ambigüedad. La denuncia por acoso a un hijo de la corte, le llevó a su paso por la cárcel. Felipe IV le saca de la cárcel, pues le gustaba su interpretación. Calderón toma el personaje de Juan Rana y escribe el entremés. Es una parodia del amor cortés y lo presenta como un caballero enamorado ambiguo. Es el antihéroe, en cuanto que toda la vida le va mal, pero termina bien. Su dama le pide torear en la Plaza. La intención es que el público disfrute y eso es lo que hemos pretendido.

 

Cosme Pérez (Tudela de Duero, Valladolid, 1593 / Madrid, 1672), quedo succionado por el personaje que interpretó: Juan Rana. Fue el cómico más célebre del siglo de Oro Español. Era contrahecho, a juzgar por el retrato que queda de él en un manuscrito de la época, y bastaba que saliese al escenario para que el público estallara en aplausos y en risas. Fue un especialista en el entremés.

 

José Sanchis Sinisterra ha escrito El Canto de la Rana, sobre la figura de este personaje, que se ha presentado en el Teatro El Montacargas interpretado por Manuel Fernández Nieves y dirigido por Aurora Navarro (www.teatroelmontacargas.com)

 

FOTO: CHICHO

Elena Marinas la emprende con El muerto, Eufrasia y Tronera, y el Entresijo primero.

 

·         La elegí tras leer varios. Con los entremeses me remito a los cortos en cine, en cuanto que se estructuran con una “anécdota”, un conflicto y a partir de él extraer el discurso que se quiera. El Astrólogo, protagonista, es un poco torpe con la magia. Esta dimensión se introduce como otro tipo de teatralidad. Es como en los cortos: hay un enredo en el que triunfa el amor. Me gustaba porque el amor se encuentra con un obstáculo muy grande para poder triunfar. Me permitía tomar una decisión a la hora de contar algo: el triunfo del amor, la magia y lo fantástico. Vi en él un cuento de hoy. Enseguida vi a los actores que podían interpretarlo. Podían entender lo que yo quería, pues me conocen y tenemos un imaginario común. He mantenido la esencia del cuento. Tiene una estructura dramatúrgica muy potente. Lo único que no me gustaba era el final. Le quité los cuatro versos del final y todo quedó arreglado.

 

Aitana Galán se ha decantado por El Cortacaras y la Mojiganga de los infiernos de Amor.

 

·         Leímos muchísimo, mucho material. El Cortacaras toca un tema del mundo de hoy: el mundo masculino y valentón, chulo y macarra y el pegar para lograr a la mujer, y ésta no quiere hasta que le pegase. El texto funciona bien y tiene un verso muy bonito. Cuenta muy bien el mundo del hampa, el mundo de los macarras. El trabajo ha consistido en contar con humor esta obscuridad de vida. Son chulos y pegan, pero no quiero desvelar el final. Es una historia de iniciación de un chico enamorado que le pide a la chica una prueba, como es al de cortar la cara de la chica. Sorprende la contemporaneidad del tema.

 

FOTO: CHICHO

 

El criterio para ordenarlos, en principio lo ha marcado la producción en cuanto al reparto de actores, pero procurando que hubiera cierta coherencia. Otro criterio es no poner seguidos dos entremeses del mismo autor, y por ello hay un Calderón al principio y otro al final. Eduardo Vasco este orden lo define como:

 

·         Un viaje en el tiempo. Se va desde nuestros días hasta el barroco con corrida de toros incluida: Pilar nos ofrece el rock duro; Elisa el “glamour” del amor; Aitana el lado siniestro, y Héctor nos lleva a una Plaza de Toros como podría ser la de Chinchón.

 

 


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

Última actualización el Martes, 24 de Abril de 2012 10:21
 
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